QUE MÁS FALTA?
Cuando se creía que ya Salamanca había visto lo peor, lo impensable en materia de inseguridad se registró la cuarta de cinco semanas que trae este mes de mayo del 2018, cuando los peores hechos delictivos cimbraron a los ciudadanos, primero con el ataque armado a un grupo de personas que se disponía a disfrutar de un convivio familiar en un establecimiento en céntricas calles de la ciudad, al menos 6 persona fueron lesionadas por la lluvia de plomo, muriendo casi de inmediato una niñita de escasos 5 años, inocente víctima que reactivó el enojo y condena social, por parte de una gran numero de salmantinos quienes durante el acompañamiento del cuerpo de la nenita en su ultimo adiós, a lo largo del trayecto en marcha silenciosa exigieron justicia y sobre todo exigieron un alto a la violencia que ha terminado con la tranquilidad y la paz social cada dia más alejada de Salamanca y en general de todo Guanajuato.
DE MAL EN PEOR.-
Lo peor sin embargo vendría la madrugada del viernes, cuando al amanecer los salmantinos se encontraron con una «siembra» de cadáveres a lo largo de una ruta sangrienta, producto de la «encarnizada» lucha entre grupos delictivos que continúa sin tregua, de la cual los números entre lo que vieron directamente los vecinos y las cifras que al final dio la PGJE, arrojaron definitivamente una amplia diferencia y que no queda más que aceptar, pero que deja una sensación de que así como quedó demostrado que ya lo hizo la Unidad de Transparencia de Salamanca, se oculta información y que se trata de minimizar en lo posible el impacto social que está dejando esta imparable violencia.
La triste costumbre
La rutina del monótono Salamanca cambió completamente, las rutas de trabajo ya no son transitables, las mañanas ya no son enérgicas ni las noches tranquilas, la música de los centros nocturnos ya no resuena fuertemente como antes, los niños ya no salen a jugar a las calles… la vida ya no es vida.
Tristemente nos hemos ido envuelto poco a poco en una cobija de oscuridad y temor, lo que antes se veía en series o películas de maleantes, ahora es parte del día a día de cada uno de nosotros, el aspirar a una calidad de vida larga y digna, es ahora un realidad bastante lejana.
Y ni hablar de los valores y principios morales de cada persona, porque ahora sí que como dicen por ahí “ eso ya no se usa”, el respeto a la integridad física o la vida de otro ser viviente, ya representa un ‘¿cuánto me cuesta deshacerme de?’ un cruel negocio que ya no impacta, que se volvió una rutina.
Es increíble la cantidad de crímenes que diariamente nos alcanzan, que suceden y que solo nos detenemos a observar, tomar una foto y seguir caminando porque se nos hace tarde, es increíble el nivel de indiferencia al que nos estamos acostumbrando, el no querer salir de “está difícil” pero no proponer para solucionarlo.
Es aún más decepcionante el conocer el valor que le hemos dado a las personas, como fomentamos el denigrar, el voltear la mirada a apoyar, a auxiliar, por lo que sea, por miedo, por asco, por precaución. Que triste ver que no decidimos ayudar al prójimo, pero el morbo si lo esperamos con puertas abiertas.
Los petroleros expertos han manifestado su interés en mejorar la economía social de Salamanca . Una estrategia es que al construir y operar la nueva refinería el salario de todo el personal se integre con un 5% mínimo con vales de despensa solo cobrables en este municipio en pequeños y medianos comercios. La inversion que se espera es de aproximadamente de 20 mil millones de dolares americanos, la misma estrategia debe ser tambien en RIAMA y CFE, para empezar y en la segunda etapa ampliarlo al resto de empresas e instituciones burocráticas. Es demasiado dinero para dejarlo escapar a ciudades que se han beneficiado de nuestros descuidos de comercialización.