- Monseñor Enrique Díaz Díaz al presidir la misa concelebrada del Jueves de Corpus Christi, dijo que el pueblo tiene hambre, pero también sed de justicia.
- Preocupado por la sangre derramada por la violencia, consideró que los asesinatos y delitos son resultado de la pérdida del respeto a la dignidad de las personas.
Ante un pueblo con necesidades y con hambre física pero también de justicia, en la Solemnidad del Jueves de Corpus Christi en Salamanca, el II Obispo de Irapuato Monseñor Enrique Díaz Díaz llamó a los aspirantes a los diferentes puestos políticos a sensibilizarse y “que mire al Cristo que está entregándose y está sirviendo que no busca servirse del pueblos, sino que buscar darse y dar vida”.
Al finalizar la misa Concelebrada oficiada ante cientos de fieles presentes en el Santuario Diocesano del Señor del Hospital, donde los diferentes Gremios Unidos de Salamanca presentaron sus ofrendas presentadas tanto en la Solemnidad del Jueves de Corpus, como durante las festividades que se estarán ofreciendo al Santísimo Sacramento durante nueve días de celebraciones religiosas, paganas y en esta ocasión con sentido de obra social por los que menos tienen.
El II Obispo de Irapuato señaló que en la víspera de las campañas políticas y la jornada electoral, dijo que en la celebración del culto de la fiesta del Corpus “está el tema de saciar el hambre, nuestro pueblo tiene necesidades, tiene hambre y tiene sed de justicia, de verdad y si miramos esta fiesta y realmente somos creyentes, deberíamos compartir este sentimiento de Cristo Jesús”.
En medio del clima de violencia recordó el mensaje de su homilía donde rememoró el significado y el valor que tiene la sangre que clama delante de Dios, “no podemos olvidarnos que cualquier crimen o violencia que quede oculta quede patente en la presencia de Dios”, señalando que en el dolor por la pérdida los sacerdotes tratan de acompañar lo más posible a las víctimas por el ambiente de inseguridad, fortaleciendo y recordando que el Señor Jesucristo está presente y acompaña en los agravios.
Ante la ola de inseguridad y el derrame de sangre por la violencia, pidió mantener viva la fe y la esperanza en el Señor Jesús.
Durante la presentación de las ofrendas los Gremios entregaron una Custodia del Sacramanto que estará expuesto durante los diez días de fiestas, y al finalizar entregaron pequeños obsequios y presentes representativos de su actividad comercial.