Como no me conocen, hoy me voy a presentar, yo soy Cachirulito el cuentacuentos y les voy a contar historias de la vida real.
En esta primera edición les contaré la verdadera historia de «La Beatricienta».
A Beatriz Hernández Cruz, presidenta municipal de Salamanca se le está convirtiendo la carroza en calabaza.
Se creyó el cuento que podía engañar a todos y que nadie se daría cuenta del maléfico plan ideado por su hermano Alfredo Hernández, pero antes de que dieran las 12, el hedor de la corruptela era insoportable.
Ante la exhibición pública, Beatriz Hernández y sus compinches se están quedando solos.
En un acto desesperado, Alfredo Hernández se ha distraído de sus actividades como acaparador de dinero con fines familiares para tratar de redireccionar la empresa llamada Salamanca.
Hombre visionario y proactivo, Alfredo Hernández está dispuesto a liderar detrás del trono un proyecto que supere los récords de saqueos logrados por las anteriores administraciones panistas.
Desde que su hermana ascendió al trono, Alfredo ha sido la mano firme que controla cada peso y centavo que entra y sale de la administración municipal. Sin ocupar un puesto oficial es quien ha acaparado todas las plazas de trabajo para quienes sirven a su grupo. Es de reconocerse, Alfredo es implacable, no cede ante nada.
Mientras tanto, Betty también ha cumplido con su papel. Formada en las filas del PAN donde durante muchos años compartió escenario con figuras como los Justinos Arriaga y Toño Arredondo, Beatriz Hernández aprendió de los mejores y su espíritu emprendedor la llevó a tener su propio gobierno para beneficio de ella y su familia.
La entonces princesa de sangre blanquiazul, renunció al PAN luego de ser regidora y dos veces diputada local. Bajo la máscara de estar en contra las imposiciones y falta de democracia se las arregló para ser la candidata a presidente municipal por Morena.
El hartazgo del pueblo ante el descaro de las administraciones panistas y la inercia a favor de Morena y López Obrador, le dieron, de rebote, el triunfo a Beatriz Hernández.
Pero siendo sinceros, quien haya sido el candidato hubiera ganado. El voto no fue por la persona, ni la propuesta, fue la manifestación del pueblo castigando al régimen, tanto municipal como nacional.
En campaña y al inicio de su administración, Bety juraba amor a Morena y se daba baños de pueblo. Conforme pasaron los días, la sangre blanquiazul que corre por sus venas le fue borrando la máscara.
El cuento de hadas se empezó a convertir en pesadilla para el clan de los Hernández cuando los descubrieron por sacar 36 millones de pesos facturados a un local de recargas y venta de celulares, en donde supuestamente compraron lámparas para tener un Salamanca seguro y bien iluminado.
Aplicaron la de “nadie se va a dar cuenta” y dijeron: “¿y si usamos una empresa de un lugar lejano que nadie conozca y no la puedan investigar y le facturamos de todo; que celulares, que tinta para impresora, que computadoras, que drones?”, y en eso dijo Alfredo asintiendo con su dedo, respondió: “eso, eso, eso”.
Tratando de contenerse ante la emoción del brillante plan que se les había ocurrido, Bety le dijo a su hermano: «y hagamos como que yo era la presidenta, y que yo mandaba a todos y que me inventaba facultades».
Confabulado el plan, Beatriz Hernández se encaminó rumbo a Palacio montada en su carruaje, una camioneta suburban blindada de casi 3 millones de pesos que le “presta” su proveedor de recargas, celulares y luminarias.
En eso, un plebeyo le preguntó por el origen de su millonario carruaje, a Bety se le desencajó el semblante y contestó indignada: “¿qué… de qué me hablas?, eso es mentira, los voy a denunciar por difamarme”.
Y con justa razón, porque como ocurre en los cuentos, la reina está para ser adulada y alabada por el pueblo, no para andar dando explicaciones de sus negocios personales con recursos públicos.
¿Qué sucederá con Beatricienta?, ¿Podrá al fin cumplir sus sueños de riqueza?, ¿Será que Alfredo se convertirá en el héroe de esta historia?, no se pierda el próximo capitulo y recuerde que; “Firmes en la verdad”.
EL CARTEL DE LOS POLLOS ATACA DE NUEVO. Muy peligroso dicho cartel ubicado en la calle Labores a unos pasos de la escuela Pipila , es la hidra de 2 cabezas una la del pollo Jorge Guzmán A. y el otro es el Pollo Muñoz Gonzalez.
Por cierto, se buscan candidatos para echarles la culpa de la recesión económica en México, alguien que se parezca a Hitler o al Gato Oliverio GN. Los privilegiados de AMLO estan en esa en esa búsqueda.
El idóneo para echarle la culpa de la recesión es Oliver GN ya en la época de Calderón fue seleccionado para chivo expiatorio y por poco lo matan. Oliver cubre de sobra todos las características requeridas para calificar. Los privilegiados de AMLO lo saben muy bien.