Los resfriados o las infecciones de vías aéreas superiores son causa importante de días de ausencia en escuela y en los centros laborales, cuando afectan a la población de todas las edades, sobre todo en temporadas donde baja la temperatura.
“Enfocándonos en los infantes, sabemos que la temporada de frío genera que pasemos demasiado tiempo dentro de casa y uno se expone menos al sol, por lo que existe una disminución de vitamina D, la cual se absorbe en el cuerpo cuando estamos expuestos a sus rayos; ambos aspectos nos predisponen más al virus de la gripe”, señaló la doctora Maribel Cortés Vázquez, especialista en Pediatría, de la Unidad Médica de Alta Especialidad No. 48, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Recomendó cuidar la alimentación durante la temporada de frío, evitar la comida chatarra, lavarse las manos frecuentemente o utilizar gel antibacterial, evitar cambios bruscos de temperatura, beber agua natural de manera abundante, dormir lo suficiente e incrementar la ingesta de vitaminas C y A que se encuentra en verduras y frutas como guayaba, kiwi, naranja, limón, uvas, zanahoria, calabaza, entre otros.
También es importante, dijo, vacunarse contra la influenza, sobretodo en la temporada de frío, especialmente en grupos vulnerables como los menores de cinco años de edad y mayores de 65.
Comentó que en caso de que ya el infante padezca alguna afección respiratoria se pueden utilizar cubrebocas para evitar contagios, utilizar pañuelos desechables y depositarlos en un bote con tapa, cubrir la boca al toser con la parte interna del codo y evitar saludar de mano y beso.
Otra acción es desinfectar los utensilios y juguetes de los menores con gel con alcohol, especialmente lo que el bebé se pueda llevar a la boca, además y no menos importante, el reposo en casa. Y no olvidar que cuando ya existe un contagio se debe acudir al médico, para recibir atención y tratamiento, no permitiendo que haya alguna complicación, como una neumonía, exponiendo la vida del paciente.