En ese sentido, en 1975 la incidencia de la obesidad entre niñas de 5 a 19 años a nivel mundial era de únicamente el 1.9 por ciento. Para el 2016 la cifra se disparó hasta el 12.8 por ciento. Algo muy semejante ocurrió entre los niños mexicanos. Mientras que en 1975 la incidencia de obesidad afectaba al 2.7 por ciento de niños entre 5 y 19 años, para 2016 la cifra se incrementó a 16.8 por ciento.
En la actualidad, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia(Unicef) cataloga a México como el país con mayor obesidad infantil del mundo. Además también se sitúa en el segundo lugar en obesidad entre adultos. Esto se traduce en que más de cuatro millones de escolares conviven a diario con este problema vascular. El riesgo latente es que puede desemboca en problemas como la diabetes, infartos, altos niveles de colesterol e insuficiencia renal, entre otros.