23/09/2020
Se adquiere por alimentos contaminados y por contacto bucal o rectal.
La enfermedad se adquiere al ingerir alimentos o agua contaminados.
La amebiasis o amibiasis es un parásito que puede vivir en el intestino grueso (colon) sin causar ningún daño, pero existen ocasiones en las que puede provocar diarrea, colitis o disentería aguda.
La amebiasis, que se da más comúnmente en áreas tropicales en donde se dan mayores condiciones de hacinamiento y poca higiene, es una enfermedad intestinal provocada por el parásito Entamoeba histolytica. Se estima que alrededor de 50 millones de personas al año se infectan con el parásito.
La enfermedad se adquiere al ingerir alimentos o agua contaminados, aunque también puede transmitirse de persona a persona por contacto bucal o rectal de un paciente infectado.
Los síntomas del padecimiento son náuseas, diarrea (heces blandas con moco y, ocasionalmente, con sangre), pérdida de peso involuntaria, dolor abdominal, gases excesivos o dolor rectal al defecar; aunque pueden presentarse síntomas graves como sensibilidad abdominal, fiebre, vómitos y heces con sangre.
El tratamiento incluye antibióticos indicados por el médico, medidas de higiene para evitar el contagio de más personas, lavarse las manos después de ir al baño y antes de preparar alimentos, así como la desparasitación, por lo menos, una vez al año.
Una de las mayores complicaciones de la amebiasis es un absceso hepático o la diseminación del parásito hacia órganos como el hígado, pulmones y cerebro. Por ello, es muy importante que ante cualquier sospecha de padecer amebiasis, se consulte al médico especialista.
La amebiasis, que se da más comúnmente en áreas tropicales en donde se dan mayores condiciones de hacinamiento y poca higiene, es una enfermedad intestinal provocada por el parásito Entamoeba histolytica. Se estima que alrededor de 50 millones de personas al año se infectan con el parásito.
La enfermedad se adquiere al ingerir alimentos o agua contaminados, aunque también puede transmitirse de persona a persona por contacto bucal o rectal de un paciente infectado.
Los síntomas del padecimiento son náuseas, diarrea (heces blandas con moco y, ocasionalmente, con sangre), pérdida de peso involuntaria, dolor abdominal, gases excesivos o dolor rectal al defecar; aunque pueden presentarse síntomas graves como sensibilidad abdominal, fiebre, vómitos y heces con sangre.
El tratamiento incluye antibióticos indicados por el médico, medidas de higiene para evitar el contagio de más personas, lavarse las manos después de ir al baño y antes de preparar alimentos, así como la desparasitación, por lo menos, una vez al año.
Una de las mayores complicaciones de la amebiasis es un absceso hepático o la diseminación del parásito hacia órganos como el hígado, pulmones y cerebro. Por ello, es muy importante que ante cualquier sospecha de padecer amebiasis, se consulte al médico especialista.
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