Con mucha fe y esperanza, católicos de Salamanca comenzaron las actividades religiosas de Semana Santa.
Postrados ante el Santísimo que recorrió calles, colonias y comunidades de la Zona Norte, los fieles emprendieron las celebraciones que recuerdan la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo.
En medio de la pandemia, de conflictos sociales, violencia e inseguridad pero sin perder la esperanza y la fe; creyentes católicos emprendieron las tradiciones de la Semana Mayor.
Ayer domingo comenzaron con la celebración del Domingo de Ramos; sin la realización de eventos multitudinarios.
Para no ponerle fin a la tradición, párrocos y laicos de la Parroquia María Reyna de la Paz organizaron una caravana de vehículos en la que decenas de familias participaron y se hincaron ante la presencia del Santísimo Sacramento.
Con palmas en mano, afuera de sus viviendas, con adornos en color morado, con una Cruz colgada en el pecho, niños, adultos y personas de la tercera edad aplaudieron y adoraron a un Dios misericordioso qué los visitó en un hecho muy significativo.
Para recordar la llegada de Cristo a Jerusalén, los salmantinos participaron con oraciones y gritos de alabanzas ¡Viva Cristo Rey! Decían en la esquinas de calles, aplaudían y cantaban, rememorando cuando Jesús entró triunfante a Tierra Santa y también era ovacionado y reconocido por el mesías quien entró como un Rey humilde, montado en un burrito mientras las multitudes le adoraban.
Así, bajo el mismo amor y magnificencia Cristo recorrió caminos de Salamanca y así comenzaron las actividades católicas que terminarán con la resurrección del Dios convertido en hombre.