Por: Oscar Alzaga*
El camino para llegar a constituir la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en febrero de 1936, inicia en 1928 con: 1. La crisis de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), sucaída y desmoronamiento, y más, con 2. La formación del Sindicato Ferroviario en enero de 1933 y, 3. Con la salida de la corriente sindical de Lombardo y “los cinco lobitos” (de F. Velázquez) de la CROM, en octubre de 1933.
La CROM fue la primera central obrera del país. De 1918 a 1928 tuvo un rápido crecimiento, a la par que su descomposición y corrupción al formar parte de los gobiernos de Obregón en 1920 y Calles en 1924, pero al verse involucrada con el asesinato de Obregón en 1928, entra en crisis y desprestigio de su líder Morones y la Central.
En 1926-27 los ferroviarios realizan una huelga general importante que es derrotada, en parte, por su falta de unión y mejor organización, lo que lograrán a fines de 1932, y es en su tiempo el más grande de los sindicatos nacionales de industria. Después,apoya la formación del Sindicato Minero en 1934, del petrolero en 1935, y el azucarero en 1936; por su capacidad de organización ymovilización por todo el país, vincula a los mineros más alejados y dispersos, lo mismo que entra a los campos petroleros vigilados por guardias blancas extranjeras. La constitutiva del sindicato petrolero se realiza en la sede del ferroviario en el Distrito Federal,y desde el inicio se fortalece la lucha e independencia de los sindicatos nacionales.
En las pugnas internas de la CROM hasta fines de 1933, desataca el liderazgo de Lombardo Toledano, de maestros y suformación avanzada de izquierda; encabeza la salida de la CROMy forma la Confederación General de Obreros y Campesinos de México (CGOCM) en octubre de 1933, integra a medianos y pequeños sindicatos que impulsan las luchas de 1934.
En 1929 se crea la Confederación Sindical Unitaria de México(CSUM), por el Partido Comunista Mexicano (PCM), con sindicatos independientes y la Liga Nacional Campesina y el Bloque Obrero Campesino; dice Campa, con 100 mil socios, con dirigentes como: Julio Antonio Mella, David Alfaro Siqueiros, que dirigía a los mineros de Jalisco, Elías Barrios y Valentín Campa.
Entonces, ya existían la Confederación General de Trabajadores (CGT), desde 1921, de filiación anarco-sindical, como la Casa del Obrero (no confundirlos con los anarco-revolucionarios Flores Magón y el PLM) y la Confederación Nacional Católica del Trabajo (CNCT) que nace en 1922, y para fines de 1930 ya eran débiles y la CNCT desaparece.
En 1929 estalla la mayor crisis económica del siglo XX, que se alarga hasta 1934 y en México causa graves daños a la economía, desempleo y reduce el gasto social, lo que provoca indignación popular, que es encauzada por el cardenismo a fomentar la organización sindical, la campesina y las cooperativas, de 1934 a 1940.
A fines de 1933 Lázaro Cárdenas es candidato presidencial del PNR y emprende una campaña electoral por todo el país, apoyado por el Plan Sexenal, que recoge las principales demandas de la Revolución y el proyecto de Nación contenido en la Constitución de 1917. En 1934 gana el debate público la educación socialista, que favorece a las corrientes avanzadas que apoyan a Cárdenascontra las conservadoras de Calles. Cárdenas insiste a los trabajadores urbanos, del campo y a cooperativistas enorganizarse y adquirir una nueva fuerza nacional. E insiste en sus discursos al ganar la elección presidencial y en la toma de posesión del 1 de diciembre de 1934.
Al iniciar 1935 se produce un gran número de huelgas: 642ese año que sacuden el país; crecen las cooperativas obreras que rescatan empresas cerradas por la crisis, como los ingenios y constructoras, junto con las cooperativas de sindicatos de consumo, transporte y otras; y el campesinado se organiza juntocon jornaleros asalariados de Yucatán y la Comarca Lagunera.
Las huelgas llevan a pactar nuevos contratos colectivos de trabajo o a modificar los existentes, logrando la bilateralidad o “acuerdo entre las partes”, un gran avance que democratiza las relaciones laborales; entre 1935 y 1938 se logra cambiar las viejas relaciones de trabajo de 4 siglos de “mando y obediencia” que prevalecían desde la colonia con las “ordenanzas de trabajo”, las normas que siguieron en el porfiriato y llegan sin muchos cambios,hasta los años 30 del siglo XX.
La misma Constitución de 1917 no se aplicó de inmediato ni sus leyes reglamentarias, sino hasta que las luchas obreras obligaron a los patrones a cumplirlas, como ocurrió con las huelgas generales de Monterrey de 1918 y 1919, por el salario mínimo y la jornada de 8 horas, como se logró después el descanso semanal y su pago, etc. Esa ha sido la historia de las conquistas obrerashasta hoy, que las leyes se cumplen hasta que las luchas obligan a los patrones hacerlo.
En junio de 1935 los empresarios intentan frenar las huelgas a través de Calles, quien se había erigido en “Jefe Máximo” del país, era el que quitaba y ponía presidentes de 1928 a 1934, quien se declaró en contra de las huelgas. Al día siguiente el SME y el Sindicato Minero, que eran vecinos, no Lombardo, convocan a la mayoría de los sindicatos independientes a reunirse y a protestar en contra de Calles; de esa reunión surge el Comité Nacional de Defensa Proletaria (CNDP) y un desplegado público que llama a rechazar a Calles y a los patrones que se oponen a un derecho constitucional y de la revolución. A los dos días siguientes Cárdenas se declara a favor de los trabajadores. Por ello siguen las huelgas con más fuerza en 1935, 1936 y 1937.
Hay notables intelectuales que han preferido estudiar el conflicto Calles-Cárdenas, sin el marco de la intensa lucha de clases que vivía la nación en esos años, sin destacar el papel de los trabajadores, sus sindicatos, iniciativas y la fuerza que adquieren en el CNDP y después en la CTM, que forjan los sindicatos nacionales y la CGCOM en febrero de 1936, y cuando días antes la burguesía de Monterrey paraliza toda la ciudad e industria, en contra de la huelga de la Vidriera, e indirectamentecontra Cárdenas. Entonces Cárdenas se traslada a Monterrey y ante el paro patronal les dice en la plaza principal llena de obreros: levanten el paro de labores o el gobierno y los obreros abrirán las fábricas. Levantaron el paro patronal.
Las huelgas de 1935 a 1938 no solo fueron importantes por su número como por la enorme trascendencia que tuvieron para la nación y para los logros de los trabajadores. Recordemos que antes que la reforma agraria cardenista se realice, hubo luchas en la Comarca Lagunera, en Yucatán, Michoacán y otros lugares del país; que la huelga del SME de 10 días en 1936 paralizó el centro del país, no solo a 6 mil electricistas, logrando un excelente y moderno contrato colectivo que fue ejemplo para otros sindicatos; que los ferroviarios exigieron la nacionalización de las empresas extranjeras y lograron además la administración obrera, que no se pudo sostener; que los petroleros dieron la lucha histórica de 1934 con la huelga general en las 9 plantas de El Águila (propiedad inglesa), la mayor petrolera del país, luego exige la firma de un solo contrato colectivo en 1936, estalla la huelga de 1937, que deja todo listo para la expropiación del 18 de marzo de 1938; que de 1934 a 1940 se triplica la población sindicalizada caso único en la historia; y que como nunca crecen las cooperativas obreras.
Recordemos que la lucha contra las empresas petroleras extranjeras y sus gobiernos no concluye en 1938, ya que por otras vías siguió el conflicto de orden internacional, aquí también se expresó la lucha de clases que caracterizó al cardenismo, ya que la descolonización antimperialista, antifascista y la solidaridad internacional con los conflictos de otros países también forman parte de la lucha de clases.
A veces se confunden las luchas internas de la CTM con los modelos de control de la burguesía y el Estado, como ocurre con el conflicto de la CTM de 1937. En 1935 se perfiló el surgimiento de la CTM al formarse el CNDP como una organización de sindicatos y centrales, destacando Lombardo como el líder más capacitado de la CTM. Sin embargo, para Calles los dos líderes más desatados en las huelgas de 1935 eran Juan Gutiérrez -líder ferroviario- y Lombardo, en ese orden los acusa.
Cuando se integra la CTM, en 1936, inició la pugna por sudirección y acreditar a cuántos trabajadores tenían las dos principales fuerzas: la CGOCM y los sindicatos nacionales, con los segundos iba la CSUM comunista.
Entonces destacan “los 5 lobitos” con Fidel a la cabeza, desde que surge la CTM ellos se lanzan a “organizar” las federaciones estatales con sindicatos pequeños y medianos, hasta contar en julio de 1937, en el IV Consejo, con 599,641 socios (según libro la “CTM 1936-1941”. Ed. PRI, 1981), cuando los sindicatos nacionales decían contar con la mayoría: 322 mil más 50 mil mineros, señalando que Fidel y Lombardo solo representaban a 300 mil (según Valentín Campa en “Mi testimonio”. Ed. FCP, 1979).En ese conflicto y tensión, Lombardo propuso apoyar la creación del PRM, que era el PNR transformado como frente popular amplio, de moda en el mundo de la izquierda internacional.
La pugna interna subió de tono entre los sindicatos nacionales y la gente de Lombardo y “los 5 lobitos”, amenazando con la división de la CTM, lo increíble resultó: la dirección del PCMclaudicó, arrastrando a los primeros. Así lo explica Campa: “En resumen, la política de ‘unidad a toda costa’ colocó al Partido Comunista a la cola de Lombardo Toledano y Fidel Velázquez, cuando éstos ya se hallaban a la cola del gobierno. El presidente Cárdenas impulsaba esta política. La supeditación del movimiento sindical al aparato estatal condujo al charrismo sindical que padecemos.” (p. 136, ob. cit.).
Campa se refiere a la política que adoptó Moscú y ordenó a los partidos comunistas; o sea, a la falta de independencia del PCM, lo que no ocurre a Lenin y los bolcheviques al romper con la II Internacional. Lo que no es cierto es que durante el cardenismo los sindicatos nacionales estuvieran a la cola de la CTM, que prefirieron salirse y confrontarla, al grado de formar la CUT con losferroviarios, mineros y petroleros. Sería hasta los “charrazos” del gobierno de Alemán (1946-1952), cuando de modo ilegal y violento los someten con el uso del ejército. Tampoco nos parece correcto señalar que el presidente Cárdenas “impulsaba esta política”, cuando los responsables de la pérdida de independencia de la CTM fueron Lombardo, “los 5 lobitos”, el PCM y los que losapoyaron.
Tiene razón Campa en que: “Lombardo Toledano fue víctima de su propia política. Diez años después, el presidente Miguel Alemán ordenó a Fidel Velázquez y a Amilpa que expulsaran a Lombardo Toledano de la CTM…” En la historia sindical siempre fue distinto el papel de los sindicatos nacionales al de las centrales, las segundas fueron más proclives a la subordinación política a los gobiernos en turno y a los patrones. En cambio, serían los sindicatos nacionales los que impulsen la independencia y libertad sindical a lo largo del tiempo.
Otra opinión: “La tutela gubernamental de la clase obrera se inició como una alianza popular: los obreros apoyaron a Carranza a cambio de una política social más avanzada. Por la misma razón sostuvieron a Obregón y Calles. Por su parte, el Estado protegió a las organizaciones sindicales. Pero la alianza se convirtió en sumisión y los gobiernos premiaron a los dirigentes con altos puestos públicos. El proceso se acentuó y consumó, aunque parezca extraño, en la época de Cárdenas, el periodo más extremista de la Revolución. Y fueron precisamente los dirigentes que habían luchado contra la corrupción sindical los que entregaron las organizaciones obreras.” (Octavio Paz, El Laberinto de la Soledad. Cap. Nuestros días. Ed. 1959).
Sin duda es una visión aguda, pero el autor ve todo el movimiento obrero igual, no hay diferencia entre sus integrantes y no toma en cuenta las luchas obreras, incluso las de la CTM en sus primeros años, cuando apoyó las principales luchas. Eseanálisis parece limitarse a las negociaciones entre la cúpula del Estado y los líderes sindicales. Es una mirada muy lejana del movimiento obrero y a la lucha de clases; en cambio, muy cercana a condensar la historia y hacer creer que siempre fue igual, una mirada propia más a los años 50, cuando el autor escribe su célebre libro, más justo en su análisis cultural y literario.
No muy distintas son las obras sobre el cardenismo de Arnaldo Córdoba y Lorenzo Meyer que, sin dejar de ser importantes e inteligentes, su mirada del movimiento obrero y la lucha de clases es muy lejana. La clase obrera requiere más atención, estudio y debate. Ya que, así como las grandes constituciones de 1824, 1857 y 1917 fueron precedidas por enormes luchas del pueblo que marcaron la historia y el rumbo de la nación, a los trabajadores correspondió un papel fundamental en los siglos XX y XXI, incluidas sus derrotas, sean por sus errores o por la violencia conque fueron reprimidas; de igual modo se deben apreciar sus avances, iniciativas y aportes decisivos a la economía, a la democracia y la igualdad social. Aspectos todos en los que se retrocedió al extremo y brutalidad, en las últimas décadas con losneoliberales.
*Abogado, miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos y la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas.