ISRAEL VÁZQUEZ RANGEL (1989-2020)
No hay más grande orgullo, que ser salmantino y dedicar el corazón y alma noble a su tierra.
Los Vázquez Rangel, familia orgullosamente originaria de la tierra del petróleo, conformada en ese entonces por dos hermanos y una hermana, esperaban con sorpresa y alegría, la llegada de un miembro más, el más pequeño de la familia de Ma. Luz Rangel Martínez y Antonio Vázquez, pilares y fuertes ejemplos de lucha y tenacidad.
Agosto y sus gladiolos, flores de la victoria que coronan únicamente en esa época del año, símbolo de espada y lucha, fueron los encargados de dar la bienvenida a este mundo al pequeño Israel Vázquez Rangel un 4 de Agosto de 1989.
Israel, nombre bíblico de origen hebreo que significa “el que lucha con Dios”, tenaz, astuto, valiente, arriesgado, cabal, fuerte, agresivo,noble y sensible, fueron las características que desde pequeño, demostró corrían por su sangre y que más adelante formarían su identidad e imagen, por la que tantos le recuerdan.
A algunos no se les dan las matemáticas, ni la ciencia, ni la geografía e Israel lo demostró más de una vez, lo suyo, lo suyo, era, a través de su voz, contar historias, quizá la misma una y otra vez, pero con su toque simpático, carismático y lleno de energía, supo llenar con sus historias una pieza de cada persona que conocía y eso, él lo sabía, contar historias era su pasión y un sueño que estaba dispuesto a perseguir.
Sin embargo su historia, no se cuenta de un día para otro, como muchos, tuvo que caer, sufrir, amar, llorar y perdonar, para aprender, aunque nunca, dejó de tener claro su objetivo, así es como las historias se convierten en verdaderas leyendas, mismas que se cuentan de boca en boca y trascienden el tiempo.
Desde abajo, así comienza, humilde pero orgulloso, de chófer, hasta fotógrafo, en guardia siempre en incendios, accidentes, choques, emergencias, de todo un poco, pero sin duda alguna, lo que a Israel más le atrapaba, era esa adrenalina en su cuerpo, esa sensación que recorría su cuerpo, que solo la nota roja le podía dar.
Un primero de febrero del 2018, cuando se presentó en aquella pequeña oficina, con sus botas caqui, su pantalón de mezclilla y su camiseta roja tipo polo. A partir de ese momento, se comenzaría a escribir el verdadero nudo de su historia, la historia del joven salmantino, que pondría en alto el nombre de toda una familia ganándose con su trabajo y carisma, el cariño de todo un municipio.
Israel Vázquez bajo la firme guía de Lupita Hernández y con el cobijo de El Salmantino, supo construir un nombre que la mayoría de los salmantinos recordarán por mucho tiempo, su carisma, su energía y el corazón que dejaba en cada transmisión, le dieron su lugar como el líder de opinión y periodista que siempre quiso ser, la noticia tenía voz en él, fuera el primero o el último en llegar al lugar, era el preferido de la audiencia y eso es lo más difícil de conseguir y él lo sabía, amaba tanto su trabajo que lo daba todo por informar de manera oportuna y sin censura, incluso hasta su último suspiro.
La historia de Israel Vázquez, se puede contar desde muchos ángulos y estamos seguros que cada persona que se cruzó en su camino podría aportar un detalle más a esta gran historia, la leyenda del joven que fue reportero, compañero, padre, hijo, amigo y pareja, pero sobre todo el hombre que dio todo hasta el último momento por sus sueños y por los que más amaba.
Que la vida de Israel nos llene, nos inspire a ser valientes, tenaces, capaces y resistir hasta el final, que la marca que dejó en tantas vidas, nos sirva para entender que siempre hay que hacer las cosas con el corazón y dejando el alma en todo, que su desprendimiento de lo material y su forma de ser tan solidaria, nos inspire a tener una vida sentada en la solidaridad y el amor por el prójimo, que sus risas y sus chistes, nos llenen para recordar que aún en el dolor y la tristeza, hay algo de que aferrarse para volver a sentir ese sabor dulce que tiene la vida, que esa manera tan amable que tuvo de ser, nos recuerde, que no todos son malos y que todos podemos cambiar, recordemos eso como su legado y celebremos la vida que nos entregó a cada uno de los que nos encontramos con él en este camino y quizás también en el próximo.
Gracias Israel por tu vida, por ser tú.
¡QUE VIVA POR SIEMPRE, ISRAEL VÁZQUEZ RANGEL!, LA VOZ DE SALAMANCA.