Son los mismos ciudadanos quienes aseguran que Salamanca es una ciudad sucia; los tiraderos clandestinos son una realidad incontrolable en este municipio. La irresponsabilidad ciudadana crece y las autoridades no aplican las multas competentes mientras continúa extendiéndose un conflicto que significa insalubridad para los salmantinos.
Además de los desechos que abundan alrededor del municipio, el tema de los muebles viejos es un asunto sin resolver; pues aunque abundan estos utensilios por diversas calles y colonias, los ciudadanos aseguran que desconocen el lugar adecuado para deshacerse de estos residuos y las autoridades ambientales tampoco informan con regularidad a dónde debería llevarse este tipo de basura, por ello, la ciudadanía ha externado que desconoce cuál es el depósito correcto para sillones y otros muebles que también son generadores de contaminación hasta visual.
«Tienen mucho tiempo aquí, los de la basura no se lo llevan pero tampoco informan dónde se deja este tipo de basura, ahí estamos mal los dos tanto el gobierno como la gente», aseveró Imelda, habitante de Colonia Primavera.
Otro problema incluso de salubridad son los restos de animales que son dejados en bolsas negras en camellones, banquetas, baldíos, canales y por supuesto en la ribera del río.
El hecho de ver bolsas negras en la vía pública alarma a la población pues casi siempre piensan que son restos humanos y por ello realizan reportes 911 lo que provoca movilizaciones de corporaciones policiales.
«Parece que hay un embolsado en la avenida del Parque después de la glorieta (…) ya checamos, era un perro», reportó ciudadana.