Sin duda una de las zonas que reportan constantemente anegaciones y demás complicaciones que con ellas se suscitan es la colonia Residencial Arboledas; los ciudadanos han externado su molestia ante tales eventos, sin embargo hay una problemática mayor pues es constante y se trata de la sobrepoblación de aquella zona residencial, ya que la congestión vehicular se suscita todos los días, volviendo prácticamente intransitable las vías de salida, pero ¿por qué se presentan esta situación? ¿Acaso no se realizaron los estudios pertinentes?
Nos dimos a la tarea de investigar un poco.
Fue desde 2012, bajo el gobierno de Justino Arriaga Rojas, cuando de se otorgaron licencias de obras de urbanización de diversos clústers de Arboledas de Ciudad Bajío, en aquel año se extendió la correspondiente al clúster El Tepeyac, en 2013 fue la licencia de urbanización para la Segunda Etapa conocida como “Arboledas Citatorio”, en 2014 continuó una tercera etapa, en 2016 se otorgó la licencia para clúster La Marquesa, en 2017 la del clúster La Huasteca y en 2018 fue para la sexta etapa del clúster El Ajusco.
Asimismo en los años 2012, 2014, 2015, 2016 , 2018 y 2019; se extendieron las autorizaciones de los permisos de venta de la primera, segunda, tercera, cuarta, quinta y sexta etapa, respectivamente; en lo referente a esta colonia al poniente del municipio.
No obstante y tal como se estipuló en la documentación pertinente, en 2014 se especificó y condicionó un nivel mínimo de mil 713.72 metros sobre el nivel del mar, luego de haberse modificado para efectos de rasantes y ejes viales; el cual fuera tomado como referencia de la carretera federal, en el tramo Salamanca-Irapuato, justo frente a un conocido Auto Hotel a 500 metros del puente a Mazda, teniendo como fecha de autorización de la urbanización del sitio el 5 de mayo del 2014 específicamente para Residencial Arboledas.
En 2016 la Dirección de Protección Civil de Salamanca, encabezada en aquel entonces por Héctor Hernández de la Mancha, en el gobierno de Toño Arredondo, otorgó el Visto Bueno en una Carta de No Inundación, para la construcción de un fraccionamiento en la fracción poniente II y III, rancho el Tajo; donde expresara que no se tenían registros de inundaciones y que “existía la posibilidad de que pudieran producirse encharcamientos”.
Hoy día la realidad es otra y en cuanto se presenta el tiempo de lluvias los Residenciales Arboledas de Ciudad Bajío y sus diferentes clústers padecen no solo de encharcamientos, esos que se tacharon de “posibles”, sino de inundaciones considerables, donde las vialidades se ven seriamente afectadas y con ello las actividades diarias de los ciudadanos domiciliados en la zona.
¿Qué hay de la congestión vial? Según la información de aquellos años todo estuvo calculado y se dio luz verde para que los fraccionamientos tuvieran un tránsito sano y sobre todo, como ya se mencionó, un desagüe adecuado, sin embargo es evidente que no es así.
La duda queda al aire y muchos no conciben que se hayan realizado obras sin tomar las recomendaciones mínimas y las consideraciones a detalle, lo que lastimosamente hoy por hoy pone en riesgo el patrimonio de cientos de familias pues sin duda la plusvalía ha sido golpeada, hoy esas familias esperan respuestas concretas y soluciones eficientes, no problemas disfrazados de promesas, esas que no se cumplieron y que actualmente son complicaciones, por ello es tan importante que los gobiernos cumplan, sí, pero más relevante aún es cumplir bien, hacer las cosas bien y no afectar a la ciudadanía, la que siempre termina afectada.
Basta transitar por Camino a Mancera entre las 6 y 8 de la mañana para entender de lo que hablamos, el embotellamiento es tal que hay quienes han referido que les toma al menos 50 minutos salir de este. La autoridad tendrá que buscar alguna solución que beneficie a este sector del municipio, aunque inevitablemente queda el mal sabor de boca de aquellas “propuestas” que unos hicieran y que hoy les toca tratar de enmendar a otros; mientras que los afectados solo pueden esperar que en efecto, se pueda acceder a una solución y mejorar su calidad de vida.