La luz de la luna fue lo único que iluminó el panteón municipal de Plan del Manantial, en el municipio de Paso de Ovejas. Entre los cánticos y el murmullo de la gente se ahogaban los gritos de justicia de los familiares de Rosa Isela Castro Vázquez, la joven embarazada que fue privada de su libertad y después asesinada para robarle a su bebé.
La joven de tan sólo 20 años estaba próxima a dar a luz, fue raptada bajo engaños, pues la presunta asesina la contactó por redes sociales y le ofreció ropa regalada para su bebé, posteriormente la mataron y le extrajeron al bebé de su vientre, un hecho aberrante que ha conmocionado a la sociedad.
Ayer 5 de diciembre fueron enterrados los restos de Rosa Isela junto a los de su padre, en la localidad de Plan Del Manantial, ubicada a una hora de distancia del puerto de Veracruz, el ataúd blanco que transportó el cuerpo de la joven salió desde las 4:15 de la tarde de la casa de su hermana, Mara, en la colonia Emilio Zapata, al poniente de la ciudad de Veracruz.
En ese lugar sus hermanas y su madre le prometieron con lágrimas que lucharán por su hija, que ahora se encuentra en resguardo del papá. Amigos y familiares recordaron a Rosa como una chica alegre, señalan que se encontraba emocionada por la espera de su primera hija, que se llamaría Lía, pues era un nombre que le había gustado.
Una de sus compañeras de escuela, que se enteró por redes sociales de su muerte, aún sigue sin poder creer lo que le pasó a su amiga, recuerda que hace un mes todavía realizó una publicación en Facebook donde hacía mención de que se encontraba feliz por la llegada de su bebé.
Desde hace un tiempo ya no la veía, por mensaje nos platicábamos, íbamos juntas a la escuela a la secundaria, me visitaba en la casa y era una persona muy tranquila, la verdad nunca nos imaginamos que esto iba a pasar. Venimos un rato a acompañar a la familia a sus hermanas”, dice la joven.
Tres autobuses fueron los que trasladaron a la familia y amigos hasta el panteón de la comunidad, aunque se tenía planeado que el viaje fuera a la 1:00 de la tarde se retrasó por los trámites que la familia hizo para llevar el cuerpo, además de los urbanos otras camionetas se unieron al trayecto.
Antes de que subieran el cuerpo a la carroza fúnebre los familiares quisieron dar un recorrido por las calles de la colonia hasta llegar a la avenida J.B. Lobos, su esposo, vestido con camisa y gorra azul, cargó el féretro de quien fue su pareja sentimental por más de dos años, mientras que la multitud que iba detrás no paraba de gritar “¡Justicia, queremos justicia para Rosa!”
El trayecto del puerto de Veracruz a la localidad de Plan Del Manantial tardó una hora y media, antes de sepultar a Rosa, su familia le realizó un rezo y le dedicaron unas palabras. Su hermana, Mara, quien no dejó de buscarla desde el primer día de su desaparición, rompió en llanto al ver la fosa. Pese a que en dos ocasiones se desmayó, no dejó de estar al lado de su madre y su otra hermana.
“¡Sólo justicia es lo que pedimos, caiga quien caiga y que se llegue hasta las últimas consecuencias!”, gritó un hombre de pelo canoso, quien se atrevió a decir unas palabras luego de que depositaran el féretro en la tumba.