Poder llegar a la universidad y estudiar lo que muchas veces se sueña con ser “de grande” es un sueño que muchos anhelan y que lamentablemente no todos logran conseguir; y es que una carrera universitaria no solo es un esfuerzo por pasar materias, desvelarse estudiando o estudiar incansablemente; el factor económico muchas veces juega en contra del cuerpo estudiantil, pues además de pagar inscripciones o incluso mensualidades (en el caso de las instituciones privadas), también se deben considerar factores como pasajes o gasolina y en algunos casos hospedaje; situación que no resulta para nada fácil.
Cuando se cursa el último semestre o cuatrimestre, cuando casi tocas ese título, se siente cierto alivio, no obstante, conseguir ese ansiado documento se vuelve una labor titánica; de entrada por los trámites administrativos, la modalidad en la que el alumno se titulará; prestar el servicio social profesional, además de las prácticas profesionales y un largo etcétera; aunque en definitiva el trámite que para muchos resulta pesado en demasía es la cantidad monetaria que se invierte en esta documentación.
Araceli tiene 3 hijos en la universidad, nos habla respecto a los pagos que debe realizar: “Una de mis hijas estudia en Morelia, son 4 mil 500 de inscripción, cada seis meses; 5 mil 200 de mensualidad, $1600 de renta, mil de comida y transporte por semana, además del camion de ida y vuelta que son 500 pesos, cada 15 días. Mi otro hijo está aquí, en la universidad que era Univer ahora es Ura, son mil 550 de inscripción, cada cuatrimestre y la misma cantidad mensualmente, porque solo paga el 85%, además de $400 de gastos semanales. Mi tercer hijo estudia en DICIS, él debería pagar mil 700 de inscripción, pero le condonan el 50% por promedio alto, y ahorita está con clases en línea así que no tiene gastos, solo el inglés que son mil 540 de mensualidad”, señaló.
Se debe considerar que en promedio, una carrera universitaria dura 5 años, por lo que solventar esta inversión por este periodo se vuelve muchas veces una labor casi imposible.
Para llegar al último periodo escolar se deben hacer muchos sacrificios en todo sentido, sin embargo, estando en ese último tirón, cae la cuenta de un esfuerzo más y es que llegar al título no es nada fácil, incluso hay quienes para conseguirlo esperan años.
El costo de un título universitario es muy variado, ya que puede ir desde los $500 y hasta los 7 mil pesos, hablando de instituciones públicas; sin embargo, si se trata de una privada, el costo se eleva de forma considerable y es muy variable ya que puede ir desde los 5 mil, hasta los 25 mil pesos.
Otra cosa que se debe considerar es que los costos anteriores no siempre incluyen la cédula profesional, así que si además se debe cubrir el pago de esta, deben sumarse un aproximado de mil 500 pesos.
Carlos está a punto de egresar como Gestor Empresarial, comenta que probablemente se espere un semestre para poder titularse: “Ya estoy en las últimas materias; ya terminé mi servicio social y prácticas profesionales, necesito cubrir el monto del título y la ceremonia, pero francamente creo que esperaré un semestre para juntar el dinero, porque rondan los 8 mil pesos y en estos momentos no cuento ni yo, ni mi familia, con esa cantidad; pretendo trabajar hasta finales de año para ahorrar y entonces sí hacer ese último trámite, no quiero que pase más tiempo y siga sin titularme, conozco casos que nunca pudieron tener el documento, o hay otros que tardan 5 o 6 años para sacarlo y no voy a pasar por eso, ha sido un camino muy difícil como para tirar la toalla, ya hice toda la carrera, ya solo falta el «papelito»», expresó.
Y es que la juventud salmantina tiene muchos deseos de salir adelante, de forjarse un futuro y ser profesionista; pero sin lugar a dudas es un camino arduo; mismo que al estar tan cerca de la meta, pareciera complicarse y al que sin duda llegan únicamente los más aptos.