Mauricio Trejo Pureco, munícipe de San Miguel de Allende, impide que mujeres comerciantes ofrezcan sus productos alimentarios en el primer cuadro de la ciudad, misma que es patrimonio cultural de la humanidad, pues según argumentó: “Dan mala imagen porque están prietas, chaparras y feas”, sin importar que ellas cuenten con permiso para ejercer el comercio desde hace muchos años.
Comerciantes dieron a conocer en rueda de prensa en León, que de los 17 que tienen permiso para vender en el centro histórico, sólo ocho pueden trabajar, cinco fueron reubicados y a cuatro les impide ganarse la vida.
Sandra Granados Guzmán, Gregoria Almanza, Norma González y Josué Fernando Cruz Almanza, son algunos de los vendedores que afirman que San Miguel de Allende se convirtió en un pueblo sin ley.
Según expusieron, desde hace seis meses la dirección de tránsito decomisó los carritos con que vendían sus botanas y se niegan a devolvérselos pese a que existe una resolución del Tribunal de Justicia Administrativa.
Sandra Granados citó a Trejo Pureco: “Sus demandas me las paso por el arco del triunfo. A mí no me hacen nada”.
La comerciante puntualizó que ya les había comentado que a él le parecían feas y prietas y que no le gustaba como se veían en el jardín, ni que vendieran en la zona.
“Tenemos 60 años vendiendo; mis abuelos y mis padres lo hicieron. No voy a dejar que este señor, aunque sea el presidente, pase sobre mis derechos”, aseguró Granados.
Vendedores de botanas, aguas frescas y refrescos acusaron a Trejo Pureco de haberles ofrecido 400 mil pesos por cada carrito para que dejaran de vender o se instalaran en la periferia de la ciudad.
Fuente: La Jornada