La pandemia por COVID-19 ha tenido gran impacto y repercusión en el mundo en áreas de salud, económicas y sociales, por mencionar algunas.
Si bien existieron días sombríos, dónde el comercio se fue a la baja, dónde muchos tuvieron que cerrar sus negocios y otros más perdieron su empleo; hoy, de a poco, vamos recobrando nuestra actividad económico-social y aunque la “nueva normalidad” dista de lo que fuera antes de la pandemia, lo cierto es que los salmantinos han sabido salir adelante con esfuerzo y dedicación.
Tras dos años de lidiar con una enfermedad de la que poco se sabía, la que nos arrebató a muchos seres queridos y que pese a ir perdiendo fuerza, sigue estando presente, siguen habiendo contagios y se continúa explorando las distintas variantes que surgen y puedan surgir; muchos hacen cierta reflexión de lo que esta crisis sanitaria pudo dejar como aprendizaje.
Norma tiene 38 años, su mamá estuvo muy delicada de salud pues adquirió el virus hace poco más de dos años, ella y sus hermanos la cuidaron con esmero y la cuidaron del exterior: “La dejábamos en casa, yo le llevaba comida, alguna medicina y todo lo que necesitara pero no dejamos que saliera para que no fuera a infectar a nadie porque en ese momento no sabíamos gran cosa y escuchábamos historias muy feas de esta enfermedad. Yo no vivo con ella y entre el trabajo y los hijos, a veces no la veía en dos o tres meses y si algo puedo decir que aprendí del Covid es que debo convivir más con mi familia y es lo que hago desde que mi mamá se recuperó”, expresa conmovida.
Por su parte, su hermano Sergio nos dice: “Yo solía guardar la ropa o los zapatos que compraba para cierto día en particular o para algún evento y la verdad que yo presencié la pérdida de familiares que ya no pudieron usar esa camisa o decir eso que sentían porque fallecieron por causa del Coronavirus; así que hoy me pongo la ropa luego luego que la compro y digo lo que siento, pido perdón y todo eso, creo que me he vuelto más humano o sensible, no sé cómo explicarlo”.
Por supuesto que otras de las cosas que se mencionan frecuentemente es que nos hemos vuelto más meticulosos con la higiene y es entendible ya que uno de los enemigos del virus por SARS-CoV-2, fueron y siguen siendo agua y jabón y por supuesto que alcohol en gel.
El hermano menor de Norma, Joaquín, también nos comparte lo que ha aprendido a lo largo de esta pandemia: “A mí me impresionó mucho ver calles de España, Alemania y otros países, llenos de animales salvajes; lo que me hizo darme cuenta que debemos ser más respetuosos con el medio ambiente, con la madre naturaleza y en general más empáticos con todas las personas”.
No cabe duda que la cooperación, la solidaridad, la sensibilidad y la empatía, son acciones que debemos implementar tras una fuerte crisis mundial, ya que ello nos permitirá tener la fuerza que nos hará poderosos frente a cualquier desafío.