Su sabor ligeramente ácido lo hace ideal para la elaboración de diferentes platillos y no solo eso, el jitomate también posee propiedades nutricionales como fibra, vitamina C y potasio, y su color rojo nos indica que contiene betacarotenos, una forma de vitamina A, todos ellos aportando beneficios directos a la salud, ya sea en el sistema digestivo, cardiovascular e inmunológico.

En esta Brújula de Compra conocerás más del jitomate, los principales estados productores, los países consumidores, su estacionalidad (variaciones en el precio que se repiten cada año), propiedades nutrimentales, así como el comportamiento de su precio promedio en algunos de los mercados y establecimientos mexicanos.

Todo sobre el jitomate

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, (Sader), el jitomate es originario de América del Sur, de la región andina, particularmente de Perú, Ecuador, Bolivia y Chile. Sin embargo, su domesticación se realizó en México. El nombre de jitomate procede del náhuatl xictli, ombligo y tomatl, tomate, que significa tomate de ombligo.

La temperatura óptima para su desarrollo y producción se sitúa en 23°C durante el día y entre 13-17°C durante la noche.

De acuerdo con su forma, existen cinco tipos, del más pequeño al más grande: cherry, saladette, tipo pera, bola estándar y bola grande. Los principales tipos de jitomate que se comercializan en México son:

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Otras variedades importantes son: marmande, vemone, moneymaker, muchamiel, pometa tardío, San Marzano, cocktail, ramillete, liso, entre otros.

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Producción nacional

En 2019, el estado de Sinaloa fue el principal productor de jitomate con 22.2% de la producción nacional total, seguido por San Luis Potosí, Michoacán, Zacatecas y Jalisco (Ver gráfica).

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Su cosecha abarca todo el año; sin embargo, la mayor disponibilidad de esta hortaliza se da en octubre y noviembre (Ver gráfica). De acuerdo con datos del Panorama Agroalimentario de 2019 publicado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) cada mes se colectan en promedio 243 mil toneladas.

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Tan solo la producción de jitomate saladette en 2019 representó el 82.5% del total de la producción total en México, seguido por otras variedades (Ver imagen).

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En el contexto internacional, el jitomate mexicano se posicionó como el cuarto producto agroalimentario más exportado, como se observa en la siguiente gráfica.

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Su exportación ha tenido, en los últimos años, una tendencia al alza (Ver gráfica), siendo los principales destinos Estados Unidos, Canadá y Japón.

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El precio del jitomate

De acuerdo con información del programa Quién es Quién en los Precios (QQP) de Profeco de la semana del 17 al 20 de noviembre de 2020, el precio del jitomate bola/Sinaloa osciló entre $18.0 y $48.9, mientras que  tipo saladette o huaje osciló entre $10.9 y $39.9.

En el siguiente cuadro podrás observar el precio mínimo, máximo y promedio del jitomate en diferentes ciudades del país (Ver cuadro).

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Su firmeza es una de las cualidades más buscadas al momento de manejarlo o consumirlo. Al respecto, el “Manual de Buenas Prácticas Agrícolas en la cadena de tomate”, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la firmeza depende del estado de madurez y del tipo y variedad de tomate, lo que incide en la calidad y vida comercial de los frutos.

En el siguiente cuadro podrás observar una clasificación según su nivel de firmeza y características (Ver cuadro).

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Propiedades nutrimentales

El jitomate es un alimento poco energético, dos tomates medianos aportan tan sólo 22 calorías. Aproximadamente 95% de su peso es agua, cerca de un 4% son hidratos de carbono.

Se le considera una fruta-hortaliza ya que contiene mayor cantidad de azúcares simples que otras verduras, lo que le confiere un ligero sabor dulce. También es fuente importante de ciertas sales minerales como potasio y magnesio, principalmente.

De su contenido en vitaminas destacan la B1, B2, B5, vitamina C y carotenoides como el licopeno (pigmento que da el color rojo característico al tomate). Estas dos últimas sustancias tienen carácter antioxidante con función protectora del organismo. Durante los meses de verano, el tomate es una de las fuentes principales de vitamina C.

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De igual forma se le atribuyen ciertas propiedades medicinales como: antiséptico, alcalinízate, depurativo, diurético, digestivo, laxante, desinflamatorio y remineralizaste.

Ayuda en casos de enfermedades hepáticas, quemaduras, obesidad, raquitismo, ayuda a combatir cáncer de mama, de esófago, de matriz, de colon, de estómago, de páncreas y próstata. También se utiliza para prevenir la diabetes, enfermedades cardiovasculares, cataratas y asma.

La forma que debe consumirse de preferencia es crudo, porque conserva mejor sus propiedades.

Siempre el mejor jitomate

Para elegir los jitomates frescos y conservarlos de la mejor manera, considera los siguientes consejos

Al elegir:

  • De preferencia elige los tomates frescos, con la piel lisa y suave al tacto, sin reblandecimientos ni manchas en la piel ya que esto último indica que el producto está deteriorado. Conviene comprarlo semiduro porque sigue respirando (madurando) durante el almacenamiento.

Para conservar a temperatura ambiente:

  • Antes de guardar o colocarlas en el frutero, lávalas, escúrrelas y separa las muy maduras, para evitar que pudran a las demás.
  • La fruta ya madura consúmela lo más pronto posible para evitar el desperdicio y aprovechar sus nutrimentos (vitaminas, azúcares, minerales, fibra y agua).
  • No coloques plátanos, peras y tomates con camote, papas o sandía, los primeros maduran más rápido y los segundos pueden echarse a perder sin darte cuenta.
  • Los golpes o magulladuras, las temperaturas extremas, así como plagas, enfermedades, microorganismos y agentes químicos pueden alterar la respiración de verduras y frutas, evita estas condiciones para contar con estos alimentos en buen estado de maduración y nutrimental.
  • Deja madurar los tomates a temperatura ambiente, después refrigéralos hasta por cinco días.

En refrigeración

  • Coloca los vegetales frescos en los cajones de la parte inferior del refrigerador, es la zona menos fría y cerrada para conservarlos.
  • Si pones la verdura en bolsas, hazles pequeñas perforaciones para evitar que suden y con la humedad se deterioren rápido.
  • Las frutas maduras, pero de consistencia firme puedes refrigerarlas hasta por cinco días.
  • Cuando saques los vegetales de refrigeración, debes consumirlos el mismo día, porque la velocidad de respiración se altera y es posible que lleguen a morir en menos tiempo de lo previsto.