Luego de las cenas de Navidad y de Año Nuevo, el 6 de enero y la rosca de Reyes, los regalos y los dulces y piñata, la ciudadanía salmantina siente los estragos de la ya conocida como “cuesta de enero”, por lo que muchos de ellos acuden a instituciones bancarias y crediticias para solicitar un préstamo, mientras que otros más optan por las casas de empeño.
Y es que a inicios de este 2024 se nota mucha presencia de la población en estos lugares de empeño, donde se acude con algún objeto para vender o empeñar y salir de algún imprevisto pues los bolsillos quedaron gastados.
Si bien para muchos resulta una herramienta, para otros no es una opción viable ya que puede resultar contraproducente.
La baja valuación de los artículos que las personas pueden llevar a empeñar o a vender, además de los intereses, que a decir de muchos, son elevados, hacen que no sea una de las primeras opciones visitar estos locales, aunque lamentablemente, cuando se trata de una urgencia, en ocasiones no hay de otra.
“Echarle ganas y trabajar” es lo que según expresó un testimonio se debe hacer para no caer en pedir dinero o en negocios de empeño
Alejandro es comerciante y subraya que la cuesta de enero se siente debido a las bajas ventas, sin embargo confía en que este 2024 sea mejor que el pasado, al igual que otro ciudadano que también confía en será un gran año para él y su familia.