Una esperanza viajó por los cielos. Un corazón donado en Guanajuato fue trasladado en helicóptero hasta Monterrey para ser trasplantado a un paciente en espera, en un operativo donde cada segundo contó.
Protección Civil y autoridades de Nuevo León coordinaron un cierre especial en la avenida Lincoln y carriles de la Ecovía, para permitir el aterrizaje del helicóptero estatal que transportaba el órgano vital. En su interior, una pequeña hielera resguardaba algo inmenso: la posibilidad de una nueva vida.
El vuelo, que originalmente hubiera tomado más de una hora por tierra, se redujo a solo 10 minutos gracias a la vía aérea. A las 16:03 horas, el helicóptero aterrizó sin contratiempos. De inmediato, médicos y rescatistas se movilizaron con rapidez y precisión para llevar el corazón al Hospital de Cardiología 34 del IMSS.
Este acto no solo fue un despliegue logístico impecable, sino también un recordatorio poderoso de lo que significa donar: transformar una pérdida en oportunidad, y el dolor en esperanza. Hoy, un corazón late en otro pecho gracias a la generosidad de una familia y al trabajo conjunto de cientos de personas.



































