“Yo tengo muchos conocidos que les han cristaleado sus autos, a mí tan solo ya van 3 veces que me roban la batería del auto. Ya urge que la autoridad se ponga las pilas”: es el reporte de un salmantino desesperado ante el alza de cristalazos a automóviles y el robo de baterías de los mismos en áreas de Salamanca como la Zona Centro, las inmediaciones del Tomasa Esteves e incluso durante velorios, pues a las afueras de las funerarias y dado que los asistentes pasan gran parte de la noche en el recinto, los maleantes aprovechan para cristalear los autos y sustraer lo que a su paso encuentran.
Otro afectado narra que hace unos días su camioneta fue blanco de esta clase de robo y la abrieron mientras se encontraba estacionada sobre Albino García, en la Zona Centro. Todo, porque dejó a la vista unos lentes, acción que bastó para que los amantes de lo ajeno, se dieran a la tarea de abrir el vehículo para llevárselos.
Calles como Monterrey, inmediaciones de la Parroquia Antigua y calles aledañas al mercado Tomasa Esteves, son algunos de los puntos donde esta clase de delitos ocurren. Los salmantinos toman medidas como encadenar la batería de sus vehículos para que esta no les sea robada, aunque muchas veces los maleantes intentan por todos los medios llevársela y en su intento, dañan parte de la carrocería.
Estos casos no se limitan a ciertas vialidades, los ladrones aprovechan situaciones de concurrencia, como cuando en las funerarias hay algún servicio, y ya que los asistentes duran varias horas al interior de estos espacios y son varios los vehículos que arriban; es cuando los delincuentes aprovechan para abrirlos, muchas veces rompiendo las ventanas o medallones; o sustraer las baterías.
Cuando este tipo de delitos se presenta, no solo despoja a sus víctimas de sus pertenencias, sino que los orilla a gastar nuevamente en ellas para recuperarlas, y como en el caso de las baterías, también implica un gasto mayor al tener que contratar algún servicio de entrega, grúas o servicio eléctrico; lo mismo pasa con los cristalazos ya que se debe reponer el vidrio que también implica costos de mano de obra.


































