
El ajolote, criatura emblemática de los ecosistemas mexicanos, también tiene presencia en Guanajuato, aunque en una sola variante. Se trata del Ambystoma velasci, una especie de salamandra de tamaño medio que ha logrado adaptarse a condiciones específicas dentro del territorio estatal.
De acuerdo con el más reciente informe de fauna de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial (SMAOT), esta especie se distingue por su coloración que va del café oscuro al negro, salpicada de manchas amarillas o en tonos verde olivo en el dorso, y por su cuerpo relativamente robusto.
El Ambystoma velasci habita en cuerpos de agua de origen volcánico poco profundos y en charcas temporales, especialmente en zonas cálidas con escasa vegetación arbórea. Debido a sus hábitos nocturnos, es más común observarlo durante la temporada de lluvias.
En cuanto a su distribución geográfica dentro del estado, esta especie se encuentra en ecosistemas tanto acuáticos como terrestres, en regiones de pastizales y bosques de pino-encino. Algunos de sus refugios naturales se localizan en áreas protegidas como:
- Sierra de Lobos
- Cuenca Alta del Río Temascatio (con presencia en Salamanca y Juventino Rosas)
- Cerros El Culiacán y La Gavia (en Cortázar, Jaral del Progreso, Salvatierra y Celaya)
- Cerro de Amoles (Moroleón y Yuriria)
- Reserva de la Biósfera Sierra Gorda (Atarjea, San Luis de la Paz, Santa Catarina, Victoria y Xichú)
Además, en la ciudad de León, esta especie puede observarse en un entorno controlado y accesible al público dentro del acuario Sealand, ubicado en el centro comercial Altacia.
Especialistas subrayan la importancia de conservar estos hábitats para garantizar la supervivencia del ajolote guanajuatense, cuya existencia depende del equilibrio hídrico y forestal de estas zonas.