
Cinco personas vivieron minutos de horror en Acapulco cuando un grupo armado atacó su autobús y le prendió fuego con ellas dentro. El hecho reaviva el temor en una ciudad donde la violencia parece no tener freno.
Un grupo armado perpetró un nuevo ataque contra el transporte público en Acapulco la noche del pasado sábado, cuando interceptó un autobús de la ruta Base–Rena y le prendió fuego con cinco personas a bordo. El atentado ocurrió alrededor de las 23:13 horas, cerca de la secundaria federal número 9, en Ciudad Renacimiento, una zona históricamente golpeada por la violencia.
Las víctimas, entre ellas el conductor, lograron salir del vehículo antes de que las llamas lo consumieran por completo. El incidente generó alarma entre vecinos, especialmente por la cercanía de locales abastecidos con tanques de gas, lo que pudo haber desencadenado una tragedia mayor.
Este atentado se suma a una preocupante serie de agresiones contra transportistas en Guerrero, donde al menos una decena de vehículos han sido incendiados en lo que va del año. En febrero, se reportaron varios ataques similares, incluido uno en plena Semana Santa en la avenida Ruiz Cortines. En abril, se registraron cuatro agresiones en menos de 48 horas, lo que evidencia un patrón sostenido de intimidación.
Las autoridades locales confirmaron que la unidad fue pérdida total y desplegaron operativos en la zona con apoyo de Protección Civil, la Policía Municipal y la Guardia Nacional. Sin embargo, los esfuerzos por contener la violencia no han logrado frenar los ataques sistemáticos contra choferes y unidades del transporte público.
El mismo sábado, mientras el autobús ardía, otros hechos violentos sacudían Acapulco: se reportaron al menos cinco homicidios, entre ellos el de tres taxistas.
En uno de los casos, dos cuerpos fueron hallados en la cajuela de un taxi colectivo, en una imagen que volvió a evidenciar el grado de impunidad y brutalidad con que operan los grupos criminales en la región.
Expertos en seguridad señalan que estas agresiones no sólo buscan paralizar el transporte, sino también infundir terror como estrategia de control territorial. Ante ello, el gobierno estatal ha anunciado que evaluará nuevas medidas de seguridad para proteger tanto a trabajadores del volante como a usuarios, aunque hasta ahora no se han detallado acciones concretas.
Fotografías: Lo Que Pasa En Guerrero