
Una familia de visitantes, entre ellos una mujer que dijo ser originaria de Estados Unidos, fue grabada mientras realizaba pintas sobre la superficie de la Peña de Bernal, en Querétaro, uno de los monolitos naturales más emblemáticos de México.
Este sitio, considerado patrimonio cultural y natural por su valor geológico, turístico y espiritual, forma parte de un entorno protegido por normativas ambientales y culturales del país.
La acción fue descubierta por un guía local que colabora en la protección del cerro y quien, al notar lo que ocurría, decidió intervenir para exigir a los turistas que se hicieran responsables del daño causado. En las imágenes que se difundieron ampliamente en redes sociales, puede observarse cómo los visitantes, inicialmente sin mostrar mayor remordimiento, acceden a limpiar parcialmente los trazos con piedras, aunque sin el compromiso necesario para revertir el daño de manera efectiva.
La mujer que realizó la acción intentó justificarla argumentando que muchas personas lo hacen y que no había avisos visibles que lo prohibieran, además de referir su nacionalidad como si se tratara de una exención de responsabilidad. Esta actitud provocó indignación entre los habitantes locales y entre usuarios en línea, quienes condenaron el acto como una falta de respeto al patrimonio mexicano.
Las autoridades municipales localizaron a las personas involucradas, procedieron a borrar las marcas con el apoyo de personal de limpieza y emitieron una sanción administrativa a los responsables.
Si bien no se procedió con arrestos, se advirtió que este tipo de acciones podría tener consecuencias legales más severas conforme a la legislación federal que protege monumentos históricos y sitios naturales de alto valor cultural.
Como respuesta preventiva, el gobierno local anunció la instalación de nuevos letreros informativos, tanto en español como en inglés, en puntos estratégicos del monolito y en su base. También se reforzará la vigilancia en las zonas más frecuentadas y se desarrollarán campañas de sensibilización para fomentar el respeto al patrimonio común, dirigido tanto a visitantes nacionales como extranjeros.
La Peña de Bernal, uno de los tres monolitos más grandes del mundo, representa no solo un atractivo turístico de primer nivel, sino también un símbolo cultural y espiritual para muchas comunidades de Querétaro. Actos como este no solo deterioran el entorno físico, sino que afectan también la memoria colectiva y la identidad regional.