
Las tradicionales serenatas nocturnas, ícono del romanticismo en la cultura mexicana, están desapareciendo de las calles de Salamanca, situación que, de acuerdo con diversos testimonios recabados entre músicos locales, se atribuye al aumento de la inseguridad.
Mariachis y músicos independientes coinciden en señalar una preocupante disminución en la demanda de presentaciones nocturnas, lo cual, según expresan, ha impactado directamente en su economía.
Versiones recabadas entre integrantes de agrupaciones musicales indican que muchas familias han optado por cancelar o adelantar las serenatas por temor a sufrir actos delictivos. Los testimonios destacan que las noches que solían llenarse de acordes de violines, guitarras y trompetas, ahora transcurren en silencio ante la percepción de un entorno poco seguro.
De acuerdo con las voces consultadas, las serenatas representaban una fuente importante de ingresos, sobre todo los fines de semana. Algunos entrevistados comentan que han buscado alternativas como presentaciones virtuales o eventos en horario diurno, aunque reconocen que estas opciones no logran sustituir el ambiente ni los ingresos que generaban las veladas musicales tradicionales.