Decenas de trabajadores del municipio de Salamanca fueron separados de sus cargos de manera repentina, sin previo aviso ni una explicación clara. La incertidumbre y el desconcierto se apoderaron de quienes, hasta hace poco, formaban parte de distintas áreas del gobierno local y que hoy enfrentan la pérdida del empleo, pero además, la falta de respuesta sobre su situación laboral y la carga económica de no contar con un salario.
La misma situación se ha replicado en el DIF Municipal, donde también se han registrado despidos sin explicación alguna. De acuerdo con testimonios, antes de ser cesados, los trabajadores enfrentaron un ambiente de acoso laboral; eran ignorados sistemáticamente, relegados de sus funciones o cambiados de área sin motivo claro. Posteriormente, llegaba el despido, siempre sin una razón oficial. Lo más preocupante, señalan, es que los directores generales no solo evitan defender a su personal, sino que tampoco cuestionan a la autoridad máxima sobre las razones detrás de estas decisiones, dejando a los empleados completamente desprotegidos.
De acuerdo con los testimonios, los despidos ocurrieron sin explicación alguna, escuchando respuestas vacías como “fueron órdenes de arriba”, pero sin un sustento sólido o razones aparentes; además, quienes quisieron hablar con el cuerpo legal, tampoco fueron recibidos y hoy, se encuentran desempleados.
Según mencionan, hay un “sinfín” de injusticias que se presentan en el ambiente laboral al interior de la Administración Municipal, en todas sus áreas, sin embargo, son pocos los que quieren hablar pues temen puedan perder su trabajo, algo que a pesar de todo, muchos ya lo han experimentado en carne propia y como hemos mencionado, sin recibir explicación alguna, sin motivos de su despido.
“Uno se siente decepcionado”, son algunas de las palabras que los hoy exempleados de presidencia manifiestan sentir hacia la administración y puntualmente hacia César Prieto, ya que mencionan haber puesto todo su apoyo y confianza en él, para que de buenas a primeras fueran simplemente despedidos y peor aún, desconociendo los motivos por los cuales se tomó tal decisión.
Y es que muchos de ellos mostraron su solidaridad desde que Prieto Gallardo estaba en campaña, con la promesa de que se les consideraría para algún trabajo, de acuerdo a sus aptitudes, no obstante, la noticia de quedarse sin empleo hizo que todo aquello quedara solo en palabras para muchos, máxime porque tras el despido se les dijo que serían reinstalados, algo que, evidentemente, no pasó.
La falta de explicaciones y el trato que recibieron los trabajadores despedidos deja abierta una herida dentro del propio gobierno municipal. Más allá de los nombres, lo que está en juego es la confianza en una administración que prometió cercanía, sin embargo, hoy parece dar la espalda a quienes le tendieron la mano desde el inicio.


































