El desabasto de combustible, está dañando los bolsillos de los despachadores en gasolineras de Salamanca, aunque en las estaciones les siguen proporcionando sus sueldos, desde hace más de ocho días llevan menos dinero a sus hogares.
Incluso decenas de ellos, lidian todos los días por exceso de trabajo cuando llegan las pipas o por nula actividad cuando hay falta de combustible.
“Hay unos días que está muy bien el trabajo y otros que como sabrán no hay actividades, sí me pega a mí y a mis compañeros porque son dos días que nada y otros que sí hay pero ya sabe que uno vive al día”, señaló Rubén, despachador.
No obstante, ante el desabasto que cumplió una semana en nuestra localidad, la falta de propinas que recibían diariamente está afectando su economía ya que en los días que no hay gasolina, pierden una parte importante de sus ingresos; así lo rebeló un sondeo en el que hablaron de todas las peripecias que viven en su labor, algunos denunciaron abusos por parte de los clientes y otros agradecieron la comprensión de los mismos.
“Sí, sí se nota una baja en lo que llevamos a la familia, o en lo que tenía que pagar en esa semana, la mera verdad no me alcanzó, la semana pasada ahorita apenas me estoy recuperando”, expresó empleada.
“Hay clientes que son muy compresivos y otros que se enojan porque les decimos que no habrá gas (sic) hasta nuevo aviso, hay quienes agradecen pero otros que se enojan también porque ya llevan rato esperando”. replicó.
Entre tiempos muertos y fuerte carga laboral, son ellos quienes se encuentran en uno de los empleos más riesgosos, ya que realizan sus labores entre el material peligroso que despachan y la inseguridad que se vive en Salamanca, sin embargo, valoran tener trabajo aunque ha sido pesado para ellos y a decir de algunos despachadores en donde no hay gasolina, mientras esperan a la pipa, aprovechan para mejorar la estación, ocuparse y mantenerse ocupados para que su salida no sea tan pesada.
En Salamanca, un despachador tiene en promedio un salario de setecientos a ochocientos pesos por semana , son las propinas las que los ayudan a mejorar sus condiciones de vida, por lo tanto, esperan los días de mucho trabajo para que su economía se regularice.
“Es mejor trabajar, así uno mata el tiempo y nos va mejor porque hay propinas”, concluyó empleada.