LA REFINERA
Salamanca la tierra de nadie con la bandera de paz. / Muertes de inocentes / Un gobierno hedonista y desinteresado.
Marzo, cerró con 67 homicidios dolosos, es muy grave y lamentable, porque parece que nada ni nadie puede contra esta catástrofe, ninguna autoridad, ningún servidor público y ningún nivel de gobierno ha tenido la destreza para minimizar y proteger.
Es muy grave el contexto que se vive en nuestra Salamanca y va de la mano con la percepción entre los oriundos e incluso entre los que no viven en nuestra entidad, el incremento de la violencia y otros delitos es ciertamente innegable y encima de ello, crece el miedo, la incertidumbre y los reclamos que no cesan en redes sociales, la protesta ciudadana crece y ante ello, nada podemos decir.
La bandera de la paz, no bastará para terminar con esta pesadilla, sin embargo por supuesto que tiene un gran significado que radica en esa anhelante idea de vivir sin miedo, de tener una ciudad tranquila, como antes, cuando los niños podían jugar en las calles, cuando las familias se respetaban y se solidarizaban, cuando todos poníamos nuestro grano de arena y buscábamos el bien común.
Hoy nada de esto es más evidente que la sangre derramada sobre las calles y las comunidades de nuestra Salamanca, no se puede opacar una realidad teñida de sangre; aunque algunos quieran tapar el sol con un dedo, yendo a otros países a buscar inversiones para el desarrollo económico del Estado; me refiero nuevamente al gobernador, un señor hedonista que al parecer nada es más importante que traer empresas e inversiones, aunque lo más importante sea otro tema, entonces nos gobierna una persona desinteresada que cumple con las características de una doctrina hedonista, ‘máximo de placer con el mínimo de dolor’ y es que no se quiere ni molestar en venir a nuestra ciudad.
¿Qué pensará nuestro ejecutivo estatal? Seguramente como él tiene guardaespaldas y su familia está verdaderamente protegida, se siente en paz, pero ¿qué hay de los niños que han muerto a causa de la violencia? ¡Nada!, de eso no se ha informado nada, porque no les conviene dar a conocer una realidad, esas muertes inocentes quedan sin castigo y con unos pesos quieren callar el dolor de familias que desconsoladas reciben el cuerpo inerte que les entregan después de la tragedia; no obstante ahí queda, en otro “hecho aislado” en “víctimas colaterales”, en estadísticas y datos duros para el Inegi y otras instituciones y después de eso, no pasa nada, llega el tiempo electoral y también llegan las promesas que jamás serán cumplidas, tal cual lo evidenciamos siempre.
Salamanca es la tierra de nadie, no importa cuántos gendarmes, policías federales, estatales o militares lleguen, si no existe en realidad una estrategia y un gobierno eficiente, no mejorará nada.
Salamanca está de luto, es inseguro y violento porque no se hace un trabajo organizado, no hay trabajo en equipo por parte de los gobernantes, no se aplica ni se imparte la ley, quienes deberían se resisten a actuar con transparencia, en sus prácticas hay una corrupción profunda y casi interminable, el problema de fondo es político, sistémico y también cultural, por eso todos nos debemos implicar en este entorno, este conflicto necesita urgentemente que los gobiernos, las instituciones y toda la sociedad asumamos nuestras responsabilidades fehacientemente, coordinemos esfuerzos y eduquemos para la paz.
LOS ALTOS BUROCRATAS (POLITICOS Y GERENTES ) TIENEN LA CULPA DE LA VIOLENCIA. El Dr. Henry Kissinger dice en sus valiosos libros de Sociología Política que son los altos funcionarios los que generan e impulsan la violencia social para aprovechar al máximo los beneficios de esta violencia y perpetuarse en el poder. Generalmente esos funcionarios tienen rasgos patológicos de criminalidad y cleptomanía.
EN NORCOREA Y EN OTROS PAISES A BETY YA LA HUBIERAN SENTENCIADO A LA HORCA.