De mal en peor
Históricamente Salamanca jamás había tenido peores registros respecto a esta situación violenta que hoy estamos viviendo, el mes que recién terminó se llevó consigo 61 homicidios dolosos y el 1 de febrero ya se presentaron múltiples ataques que dejaron por lo menos 5 muertos y 6 heridos, ayer 2 de febrero otros 5 muertos, una cifra que demuestra la verdadera situación.
También estuvo circulando un mensaje que generó mayor pánico colectivo, contexto que perjudicó el bienestar social.
Ante este escenario los que «administran» el Estado y el municipio no emitieron siquiera un mezquino comunicado como los que acostumbran. El silencio se apoderó de los servidores públicos, pero sin duda próximamente la alcaldesa va a echar en cara nuevamente que el gobierno estatal tiene la culpa, no será novedad.
Sobre el mismo tema Diego Sinhue no da señal de vida, mucho menos el panista Justino Arriaga Rojas que nos representa en el Congreso Federal. Y como conclusión, he llegado a que desgraciadamente continuamos como en el antaño, con funcionarios quienes practican el sibatirismo, pero no les gusta enfrentar y mucho menos resolver los conflictos que tanto nos dañan… Vamos de mal en peor, el mal crece, la violencia no cesa y los gobernantes ni siquiera se interesan por cumplir sus obligaciones.
Promesas incumplidas
Si hablamos de mentiras y promesas incumplidas, casi podemos voltear a ver a cualquier personaje inmerso en la política, si no me creen a mí, basta ir al pasado y escuchar las inexactas y contradictorias palabras de cada uno de los personajes políticos, pero como a mí me corresponde este municipio, voy a hablar de la alcaldesa de Salamanca Beatriz Hernández Cruz, quien hace un par de años decía que de ser presidenta municipal sería sumamente transparente y correcta, este punto, de inicio, ya se le olvidó porque nos ha ocultado muchas cosas, por ejemplo lo de su Suburban que según ella por cuestiones de seguridad no podía revelar los costos, pero la obligaron a comunicar cuánto se gastaba en la renta de esta lujosa unidad. Después dijo que Salamanca volvería a vivir, pero ¿a vivir qué? ¿Más violencia? De ser así, ha cumplido y bien.
Además de eso, la señora señaló con firmeza que le pondría fin a la corrupción, a la impunidad, ¿De quién? ¿De Toño Arredondo para luego seguirle los pasos?
También aseveró que generaría la transparencia necesaria y absoluta en el manejo de los recursos públicos peeero fue una muy mala broma porque lo único que ha hecho es ocultar, mentir y robar.
No cabe duda que es otra persona que se une a la lista de los que dicen una cosa y hacen otra, sin embargo, para eso estamos los medios de comunicación que no somos lisonjeros de la corrupción, para EVIDENCIAR cada paso mal dado y cada acción de corruptela y deshonestidad.
Aunque tanto les duela.
Sigue gastándose nuestro dinero.
Por si no lo sabe, yo le voy a contar que el viernes pasado la administración derrochadora de Beatriz Hernández decidió erogar más dinero (después de que se queja de que no hay recursos), esto fue para una reunión, bueno, una fiesta masiva en el Gimnasio Lázaro Cárdenas a la que de inicio no nos dejaron entrar porque era «privada» ¿pero cómo? Si se organizó con los recursos de los salmantinos y fue para nuestros empleados de las diferentes dependencias del gobierno local y en segunda, supuestamente me comentaron que fue para quedar bien con los servidores públicos quienes poco le creen sus mentiras y cada día le descubren sus verdaderas intenciones y transas.
Por otro lado, en medio de la inseguridad y la violencia, Beatriz continúa gastando sin límites y haciendo fiesta cuando estamos de luto, vaya a forma de gobernar.
Ojalá que este año y medio se nos pase volando porque ya estamos hartos de tanta corrupción, autoritarismo, hedonismo y claro… Raterismo.