La población más afectada son hombres de entre 15 y 35 años de edad.
Ramírez Ramírez señaló que hay una segunda etapa de riesgo alrededor de los 50 años, sin embargo, en cualquiera de los dos rangos de edad, el cáncer testicular se puede tratar con quimioterapia, por ello, es catalogado como un padecimiento quimiosensible, el cual permite que 80 por ciento de estos pacientes sobreviva a la enfermedad.
Cuando se atiende un tumor maligno se practica la orquiectomía radical, una cirugía para separar en este caso el testículo canceroso junto con el cordón espermático, posteriormente la mayoría de los pacientes requiere de quimioterapias y radiación.
Alertó que una de las consecuencias por el uso de quimioterapias es que se afecte al testículo sano, poniendo en riesgo la fertilidad del paciente.
Explicó que los testículos deben de estar a cierta temperatura que les permita conservar la función reproductiva, cuando alguno no desciende al escroto y permanece en el abdomen o en el conducto inguinal, la temperatura aumenta y tiene mayor probabilidad de padecer cáncer.
El especialista sostuvo que en el Hospital Juárez de México reciben entre 60 y 70 pacientes por año de cáncer testicular. “Recibimos pacientes que han sido tratados en otras instalaciones y no tienen éxito. Somos un hospital de referencia”, enfatizó.
Algunos signos que pueden hacer sospechar de cáncer testicular es el endurecimiento y crecimiento sin dolor de los testículos.
También aclaró que la inflamación leve y transitoria que se origina por el uso de pantalones apretados o después de un golpe, no es factor de riesgo para padecer cáncer testicular.
Finalmente, aclaró que una persona que se cura de cáncer testicular debe tener un seguimiento médico, porque en muchas ocasiones se vuelve a presentar.
Fuente: Secretaría de Salud