Dos negocios han hecho público su cierre esta semana y otros dos han externado a este medio que fieron víctimas de la delincuencia.
Mientras la alcaldesa Beatriz Hernández Cruz presume ‘acciones bien hechas’ en contra de la inseguridad, decenas de salmantinos sufren en carne propia los estragos de una ciudad desordenada.
Tan sólo esta semana, por lo menos dos locales comerciales decidieron cerrar su actividad económica.
Luego de que la pandemia les provocara pérdidas, la inseguridad que no da tregua se convirtió en su peor enemiga pues a causa de ella se terminaron años y años de esfuerzo, trabajo y dedicación.
Mientras el Gobierno Municipal presume que ha crecido la confianza ciudadana, una icónica tienda de Salamanca cierra sus puertas y pierde la fe.
En un reclamo ‘Casa Elba’ y La Refinera Crudería señalaron que la incompetencia del Gobierno los ha orillado a cerrar sus puertas.
Además de este par de negocios, otros dos alertaron de que fueron asaltados con un modus operandi que causó mucho temor pues el delincuente se hizo pasar por cliente, pidió una buena cantidad de productos y finalmente con lujo de violencia amagó a los trabajadores quienes tuvieron que hacer lo que un hombre armado les ordenaba para finalmente cometer el delito.
Ante este escenario, es que Beatriz Hernández Cruz presume una y otra vez que en su gobierno con seguridad vendrá lo mejor y las acciones bien hechas no puede ser experimentadas por una población llena de hartazgo y protestas.