Es la pérdida permanente de las funciones de los riñones; este trastorno ocurre como consecuencia de diversas enfermedades crónicas no transmisibles, las más comunes son la diabetes mellitus y la hipertensión arterial.
Los riñones realizan diferentes funciones en nuestro cuerpo:
- Filtran la sangre y eliminan los productos de desecho del metabolismo.
- Mantienen el balance de líquidos.
- Secretan hormonas.
En nuestro país esta enfermedad es una de las principales causas de hospitalización y demanda en el servicio de urgencias.
Al inicio de la enfermedad, los síntomas pueden confundirse con otros trastornos pero abarcan:
- Pérdida de peso sin razón aparente.
- Fatiga.
- Malestar general.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas.
Cuando la enfermedad renal crónica se encuentra en etapas más avanzadas, se denomina insuficiencia renal crónica y es posible que sea necesario llevar a cabo diálisis, hemodiálisis o trasplante de riñón.
El objetivo de la diálisis es eliminar las sustancias tóxicas y el exceso de líquido del organismo, que normalmente serían eliminados por los riñones.
Para prevenir esta enfermedad se deben llevar a cabo hábitos saludables: mantener una dieta baja en sodio y grasa, evitar el consumo de alcohol y tabaco, realizar actividad física diariamente y realizar un chequeo médico regular.