La dermatitis es una enfermedad multifactorial que se manifiesta por irritación al contacto con algún objeto o químico, así como por alergias, y representa uno de las principales padecimientos de la piel, informó el servicio de Dermatología del Hospital General de México “Eduardo Liceaga”.
La dermatitis es una enfermedad multifactorial que se manifiesta por irritación al contacto con algún objeto o químico, así como por alergias, y representa uno de las principales padecimientos de la piel, informó Rosa María Ponce, jefa del servicio de Dermatología del Hospital General de México “Eduardo Liceaga”.
Existen dos tipos de dermatitis la aguda y crónica. La primera se da por una exposición a objetos que producen irritación y provocan burbujas, conocidas como vesículas, así como enrojecimiento dolor y ardor.
En tanto, la crónica se origina por exposición a algunos productos químicos en el hogar o en el trabajo, provocando piel áspera, con escamas o descamación, cuarteada y comezón.
Rosa María Ponce explicó que entre los productos que pueden causar dermatitis están la joyería de fantasía, productos químicos de limpieza, pintura y solventes.
También se da por actividad mecánica, como es el lavado frecuente de manos o mantener húmeda alguna parte del cuerpo, sobre todo los pies, pues hace que se pierda la barrera protectora de la piel.
Los cosméticos, cremas y fragancias, jabones y champús, son también dañinos para algunos pacientes, al ocasionarles alergia.
Incluso, señaló, hay personas hipersensibles, que cuando parten alguna verdura, manipulan carne o cítricos, se les irrita la piel.
La especialista recomendó evitar los remedios caseros, como el uso de sábila, ajo o alcohol, toda vez que traen complicaciones, y atenderse con un dermatólogo, quien dará el diagnóstico y tratamiento.
El diagnóstico de la dermatitis no requiere estudios de clínicos y en caso de ser necesario se le realizará una biopsia.
Para su tratamiento, normalmente se recetan fomentos con soluciones anticépticas, pastas secantes que contengan óxido de zinc, calamina o cremas emolientes y algún desinflamante, que casi siempre son esteroides y emolientes.
Asimismo, es necesario usar crema neutra que no contenga aroma ni derivados químicos ni animales, con el fin de que se vuelva restituir la capa protectora de la piel, pero siempre recetada por un especialista.