México tiene que seguir el Preolímpico sin su ángel. Luis Malagón se lesionó el codo izquierdo y a espera del reporte médico oficial, es imposible que se recupere para el juego que define si el Tricolor asiste o no a los Juegos Olímpicos de Tokio.
El 1-0 contra Estados Unidos pasó a segundo plano. Jaime Lozano hasta guardó a su mejor arma. Sebastián Córdova no jugó. Uriel Antuna con la magia que lo caracteriza cada que se pone la playera de México le dio el triunfo a los aztecas.
Luego de dos juegos de trámite el Tricolor experimentó presión. Estados Unidos no fue superior, sin embargo, los verdes no se pasearon con comodidad en el estadio Jalisco.
El país de las barras y las estrellas es de otra categoría, su combinación de culturas, pero todas con el escudo estadounidense en el pecho, pusieron a trabajar a los aztecas, no atrás, sino enfrente, México se notó nublado para abrir el candado norteamericano.
No tener a Sebastián Córdova les pesó a los aztecas. El jugador del América fue el motor mexicano en los primeros juegos, pero recibió descanso. Carlos Rodríguez también tomó un respiro. Jaime Lozano supo que el boleto a los Juegos Olímpicos depende mucho de lo que hagan ellos. Prevenirlos de una lesión, justamente como la que sufrió Luis Ángel Malagón en los últimos instantes del primer tiempo, fue lo que evitó el Jimmy.
México se fastidió en el campo. Un cabezazo de Johan Vásquez que pasó desviado, fue de lo poco que generó el Tricolor.
Los espacios se abrieron por yerros norteamericanos, primero una mala recepción de Julián Araujo que le permitió a Alejandro Mayorga entrar solo al área, el lateral de Chivas quiso tirar, pero Mauricio Pineda llegó como bombero a apagar el fuego.
El segundo error subió al marcador. Sebastián Soto perdió el balón en la salida, Uriel Antuna lo recuperó, levantó la mirada y le pegó rasó al esférico. El Brujo, con la fortuna que lo persigue en selección nacional, adelantó a los verdes, bueno, a los de negro con vivos en rosa mexicano. México estrenó el uniforme que divide opiniones.
La celebración fue un bálsamo de tranquilidad luego de la tétrica lesión de Ángel Malagón. El portero de Necaxa salió a cortar un balón, pero chocó con Andrés Perea. La corpulencia del estadounidense ganó. El golpe fue en el codo izquierdo del portero mexicano, el suéter tapó la herida, pero el hueso sobresalió. En ese instante Sebastián Jurado lo reemplazó.
México estuvo desconcertado, lo que le pasó a Luis Ángel los distrajo. Estados Unidos quiso aprovecharse de la situación, Sebastián Saucedo y Hassani Dotson fueron los que más buscaron tirar de lejos y encontrar frío al cancerbero de Cruz Azul.
Para fortuna de México en ese instante se presentó el error estadounidense y Uriel Antuna lo canjeó por gol.
El entretiempo lo ocupó Jaime Lozano para dialogar con sus dirigidos. No perder el ánimo fue importante.
El regreso al campo fue distinto, como si ambos países estuvieron conformes con el resultado. El pase a semifinales lo aseguraron una jornada atrás.
José Juan Macías fue el más agobiado. El delantero rojiblanco fue titular, pero careció de contacto con el balón. La más clara que tuvo fue tras un pase de Antuna que la voló luego de un desvío de la zaga estadounidense. Uriel se llevó las veces que quiso a Julián Araujo. El defensa del LA Galaxy, buscado meses atrás para integrar al Tricolor, no dio su mejor actuación.
La emoción fue a cuentagotas. Jason Krei decidió hacer tres cambios en una misma ventana. El estratega norteamericano metió a Jonathan Lewis, Jackson Yueill y Jesús Ferreira. Estados Unidos incrementó sus ataques, pero nunca pusieron en aprietos a Sebastián Jurado. El portero celeste fue bombardeado en los últimos minutos del primer tiempo, pero después de eso lo dejaron en paz.
Jaime Lozano también quitó piezas de su tablero. José Macías y Roberto Alvarado, de actuación discreta, dejaron el campo. Jesús Canelo Angulo y Carlos Rodríguez entraron a tratar de darle un mejor trato al balón.
Los espacios se abrieron. Estados Unidos apretó, empujó, sin embargo, los últimos pases fueron erróneos.
México también se acercó a la portería de David Ochoa. Alexis Vega se unió a los que superaron a Araujo.
El conato de bronca, infaltable en los juegos entre el Tricolor y Estados Unidos, se presentó en los instantes finales. Johan Vásquez no dejó despejar a Ochoa, el portero norteamericano lo empujó y se presentaron empujones. El árbitro jamaiquino Daneon Parchment enfrió todo con amonestaciones para los dos.
Ese fue el colofón de un juego que careció de emoción. México y Estados Unidos esperan reencontrarse en la final.