Por: Oscar Alzaga*
Para Mattias y Liam.
Después de mucho navegar
por el oscuro océano amenazante
encontramos
tierras bullentes en metales, ciudades
que la imaginación nunca ha descrito,
riquezas,
hombres sin arcabuces ni caballos.
Con objeto de propagar la fe
y arrancarlos de su inhumana vida salvaje,
arrasarnos los templos, dimos muerte
a cuanto natural se nos opuso.
Para evitarles tentaciones
confiscamos su oro.
Para hacerlos humildes
los marcamos a fuego y aherrojamos.
Dios bendiga esta empresa
hecha a Su Nombre.
José Emilio Pacheco. Crónica de Indias. Del libro No me preguntes cómo pasa el tiempo. 1968
Mucho se ha escrito de la conquista de España sobre América delos siglos XV y XVI, en particular de Hernán Cortés, de su ingenio y arrojo para dominar casi con 500 hombres a millones de indígenas, lo reconocen desde Francisco López de Gómara (“Nunca jamás hizo capitán con tan chico ejército tales hazañas”) y Maquiavelo(“Cuando invade un extranjero poderoso una comarca, lo ordinario es que se pongan de parte del invasor los estados menos fuertes, por envidia al que antes dominaba, y sin gastos ni esfuerzos el extranjero conserva la adhesión de estos pequeños estados que de buen grado forman un bloque con el conquistado.”); hoy, José Luis Martínez, el biógrafo de Cortés (“Con unos cientos de españoles y la superioridad de sus armas, maniobró para que los propios indígenas vencieran a un imperio poderoso con millares de guerreros valerosos.”) y Hugh Thomas (“La palabra que mejor resume las acciones de Cortés es ‘audacia’; contiene un rastro de imaginación, de impertinencia y la capacidad de llevar a cabo lo inesperado, cosas que la diferencian del simple valor.”), entre otrosautores. De los españoles ni hablar, hubo y hay una admiración sin reserva de 5 siglos. En México, sería hasta la Revolución de 1910 cuando reivindique su pasado histórico, cuando conozca su pasado indígena, y hasta 1959 cuando aparezca La visión de los vencidos, de Miguel León Portilla, con otra visión histórica, del lado de las víctimas.
No sabemos por qué razones en México y Latinoamérica se desconoció y aun hoy se desconoce, la historia de la conquista deEspaña por los árabes, iniciada en el año 710 y concluida justocuando arranca la otra conquista, en 1492, pasando así España deser una nación conquistada a la conquistadora de América, quepara Europa fue el “Nuevo Mundo”, “descubierto” por ellos. No “Otro Mundo”, que ya obviamente existía con culturas y civilizaciones añejas.
Resulta indispensable conocer los casi 8 siglos del episodio histórico árabe, para entender mejor lo ocurrido después en los 3siglos de América; el enlace entre ambas conquistas, que a primera vista parece una paradoja: los españoles nunca olvidaronaquella larga experiencia y la llevarían a otro plano, con rasgossimilares y otros muy distintos en América.
En cambio, en México y Latinoamérica se han escrito ypublicado cientos de versiones de la conquista española, libros de historia propios y ajenos (imposible citarlos) y también novelas,crónicas, poemas, ensayos literarios, etc. Desde luego, contamos con los testimonios y crónicas de los mismos conquistadores, que forman parte de la mejor literatura española del XVI, las espléndidas obras de Sor Juana, Alarcón, Balbuena, Inca Garcilazo, Guamán Poma, la historia de García Icazbalceta,Alamán, Vasconcelos; Vallejo, Arguedas y Mariátegui, Reyes(Visión de Anáhuac), Paz, León Portilla, Rulfo, Fuentes y más.
Casi todos los historiadores hacen coincidir el genio militar de Cortés, de los conquistadores y navegantes con el Renacimiento y sus adelantos culturales y científicos, bélicos y políticos. Pocosestudian el antecedente de los árabes que conquistan España, queobjetivamente trasciende en América. Menos advierten que la Arabia de Mahoma era una cultura superior a la de España de Cristo de 700 al 1300, pese a que ambas fueron colonias de Grecia y Roma.
Sorprendente resulta que —habiendo tantas similitudes entre los dos episodios— no se hayan reconocido como antecedenteslas coincidencias históricas. Así como las grandes diferencias detrascendentes aspectos de ambos capítulos de la historia universal. Cierto es que ambos ejércitos eran imperialistas, el árabe y el español en sus respectivas épocas de auge, pero vistos con atención el primero resulta más tolerante y civilizado que el segundo: el árabe toleraba las religiones de los conquistados, los usos, costumbres y cultura. En cambio, los españoles arrasabancon todo lo que encontraban a su paso, en el nombre de Dios. Su Dios, el único permitido, los demás eran idolatrías. En Españatodavía hoy vemos juntos los templos: judío, musulmán y católico, como convivieron en aquel tiempo, desde luego, no exentos de conflictos y violencia.
En las colonias españolas de América, en los tres siglos fueimpensable que sobrevivieran los templos y las religiones, las ciencias y culturas prehispánicas. Hasta el siglo XIX y sobre todo el XX se han desenterrado y reconstruido los templos, palacios y ciudades prehispánicas de América y se estudia el pasado indígena desde 3 mil y más años antes, de nuestra era, como parte de la historia integral actual, reivindicando los pueblos y culturas originarias. (1)
De modo breve advertimos un panorama de lo que fue la conquista de España por los árabes (2), para que el lector adviertapor sí mismo los aspectos en que coinciden y difieren una y otra conquista, veamos:
“El mundo islámico tuvo una época de esplendor entre los siglos VIII y XII, durante los cuales fue bastante más rico, refinado, tolerante y avanzado que la Europa cristiana occidental de su tiempo. (…) La gran aventura intelectual de la filosofía griega, que había muerto en Europa, renació en el próximo Oriente mediante un esfuerzo de traducción de los textos clásicos en lugares como la Casa de la Sabiduría de Bagdad. (…) No solo los textos filosóficos griegos, también los matemáticos, astronómicos y médicos.”(3) Y los clásicos literarios griegos.
En 271 la Academia de Gundishapur, Persia, “era una especie de protouniversidad que durante el todo el imperio sasánida ofrecía estudios de medicina, filosofía, teología y ciencias.”(4) La Academia se convirtió en el centro intelectual del imperio, incorporó las tradiciones intelectuales de Grecia y de la India. En 489 el mismo rey persa invitó a traductores y eruditos a venir a Gundishapur, convertida en el centro de traducciones del griego y el sánscrito al persa y más tarde al árabe. “En 638, el imperio sasánida fue conquistado por los árabes (…) y el centro intelectual del mundo islámico se trasladó a Bagdad (…) se convirtió en la nueva Alejandría, el centro intelectual del mundo islámico y alrededores.”(5). Cuando Europa seguía hundida en la obscuridad del medioevo.
A España, los árabes llevaron la escuela de traductores en el año 1100, en Toledo, para traducir a los griegos clásicos al latín y al español.(6) Entre los grandes poetas de la época, destaca Omar Khayam:
No te preocupes por el ayer: ha pasado. No te angusties por el mañana: aún no llega. Vive, pues, sin nostalgia ni esperanza: tu única posesión que es el instante.
Traducción José Emilio Pacheco (6).
Es indudable que la cultura española propiamente europea, de 1492, en pleno Renacimiento, era más avanzada que la de América (cuyos pueblos quedaron aislados del mundo durante casi 30 milenios), pero con culturas de más de 3 mil años como la Olmeca, no era un Nuevo Mundo, sino Otro Mundo. La vida sedentaria en América inicia 4 mil años después que Europa.
La intolerancia no solo fue religiosa, también cultural. Pedro Henríquez Ureña se pregunta “por qué no hubo novelas en la época de la colonia”, “La razón es de hecho, aunque raras veces se recuerde: en disposiciones legales de 1532 y de 1543 se prohibió, para todas las colonias, la circulación de obras de la imaginación pura, en prosa o en verso (‘que ningún español o indio lea… libros de romances, que traten materias profanas y fabulosas, e historias fingidas, porque se siguen muchos inconvenientes`) y se ordenó a las autoridades no permitiesen que se imprimieran o se trajeran de Europa.”(7) Por lo tanto ni el Quijote se podía leer en tierras de la colonia. Menos se permitió a los indígenas, negros, mestizos y criollos intervenir en los asuntos políticos de la corona.
El virrey marqués de Croix justifica la política real comoinapelable y subordinación de los vasallos ante la corona, dice a los pueblos de Nueva España: “nacieron para callar y obedecer y no para discurrir en los altos asuntos del gobierno”. Las ordenanzas de trabajo que venían de la “madre patria” eran para cumplirse, no se discutían, desde 1531 se establecieron renovándose sin cambiar de fondo en tres siglos: mando y obediencia. (8)
Resulta claro que los imperios europeos del siglo XV al XX, desarrollaron a tal grado la irracionalidad de las guerras de conquista (9), que escribieron las peores páginas de la historia universal con las guerras coloniales de África, Asía, Medio Oriente y América, hasta llegar a la mayor irracionalidad de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, culminando así un proceso histórico derapiña, reparto y destrucción del mundo. Europa bien puede vanagloriarse —y todos con ella— del Renacimiento, del Siglo de las Luces y muchos logros más, igual que reconocer como suyas las peores brutalidades universales de la historia de la humanidad. El eurocentrismo apunta en ambos sentidos, destacando los logros y ocultando o ignorando las masacres, como aquella muerte de 10 millones de seres humanos del Congo Belga, a manos de los ejércitos de Leopoldo II de Bélgica.
Una reflexión de un célebre escritor, sobre los conquistadores del Congo, dice:
No eran colonizadores; su administración equivalía a una pura opresión y nada más. Eran conquistadores, y eso lo único que requiere es de la fuerza bruta, nada de lo que pueda vanagloriarse uno cuando la posee, ya que la fuerza no es sino una casualidad nacida de la debilidad de otros.
Joseph Conrad. El corazón de las tinieblas. 1902. Traducción de S. Pitol.
En Medellín, España, nació Hernán Cortés, donde conservan un monumento, por demás indigno, el conquistador levanta la bandera de España, mientras que con los pies aplasta las cabezas de indígenas, y bajo ellos está el globo terráqueo. En su época pudo ser admitido, hoy es una flagrante violación de los derechos humanos universales, de valor racista, de superioridad bélica e irracional en el mundo actual. Como la política de Trump.
Tal símbolo de superioridad racial y otros de ese tipo, sobreviven en España, en Latinoamérica y el Caribe, como en Mérida, Yucatán, en la fachada de la casa de Francisco de Montejo, el conquistador español, es representado aplastando dos cabezas indígenas con los pies y hasta hoy luce sin indignar a sus habitantes. En México resulta impensable una estatua de Hernán Cortés. Sin embargo, hasta hace pocos años aún lucía la estatua ecuestre de Francisco de Pizarro en la plaza principal de Lima, Perú, y del Museo del Oro —una gran colección de piezas prehispánicas—, en el que por el costo de ingreso, se excluía a la gente pobre de su propia cultura y pasado.
Dentro del Templo Mayor Cortés halló las representaciones en piedra De los dioses aztecas Y en Europa se difundió la certeza De que eran los demonios del cristianismo. Los conquistadores no estaban, como creían, En el Nuevo Mundo Sino de verdad en Otro Mundo Que no encajaba en sus mentalidades.
JEP. La luz en el zoológico de las sombras.
En efecto, no era el Nuevo Mundo, sino Otro Mundo, ya con 7 mil años de cultivar el maíz en Oaxaca, el alimento principal de la población originaria. El concepto “Nuevo Mundo” pretende laexistencia de México a partir de la conquista, desconociendo elpasado, cultura e identidad, para imponer sus valores como únicosy lograr el sometimiento ideológico. No se conformaron con creer que había llegado a la India y aferrarse a ello, además quisieronimponer mentiras, las que más convenían a su objetivo: la conquista fue un acto de valentía y audacia y salvó las almasindígenas de la idolatría.
Desdeñar el sincretismo y las culturas prehispánicas,ignorando lo que está a la vista en las obras expuestas en el Museo de Antropología, en innumerables sitios arqueológicos y, sobre todo, en los pueblos indígenas, sus culturas y lenguas vivas,es desdeñar la cultura, la humanidad actual, cuyo origen común es el sincretismo. Desdeñar todo eso es negar o ignorar una cultura nacional y sus raíces originarias: una forma de racismo, odio racial e ignorancia.
Notas:
1. Muy amplia es la literatura sobre el pasado indígena, las revistas y estudios periódicos que se hacen, con más elementos que hace 50 años, hoy se calcula que solo el 11% de la arqueología localizada se ha desenterrado y restablecido.
2. Anwar G. Chejne: Historia de España Musulmana. 4ª E. Cátedra. España, 1999.
3. Jesús Mosterín: El Islam. Alianza editorial. 2012. España.
4. Karen Armstrong: El Islam. Ed. Debolisillo. México. 2014.
5. Antonio Alatorre: Los mil un años de la Lengua Española. 3ª edición, FCE, México. 2003.
6. Omar Khayam (1948-1131), 25 Rub’asis. Traducción de José Emilio Pacheco. Inventario, Revista Proceso, 28-V-1984. El mayor poeta de Persia, dijo JEP.
7. Pedro Henríquez Ureña: Historia de la Cultura de la América hispánica. FCE. 1994
8. Silvio Zavala: Ordenanzas de Trabajo, siglos XVI y XVII, Ed. ELEDE, SA. México 1947.
*Abogado del Sindicato Minero y la Confederación Internacional de Trabajadores, CIT, y miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, ANAD, la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas, ALAL y la Asociación Internacional de Juristas Democráticos, AIJD.