Alrededor de 4 mil familias, mismas que viven en comunidades como Loma San Antonio, La Capilla y San Rafael de Valderrama, no cuentan con servicio de agua, al menos no por medio de tuberías ya a que las bombas instaladas en los sistemas de rebombeo se encuentran dañadas y en palabras de los afectados, no ha habido respuesta por parte de autoridad pertinente.
Esta situación de sequía total, propicia que algunos deban decidir entre comer o contratar pipas para comprar agua y así poder llevar a cabo actividades tan cotidianas como cocinar, lavar o darse una ducha.
Una de las afectadas, señaló paga cisternas que cuestan hasta 300 pesos. “Hemos decidido no hacer el mandado completo o no hacerlo para comprar agua ya que nuestro sueldo es el salario mínimo”.
Esta ciudadana, vive en la comunidad de loma de san Antonio, y se encuentra preocupada, toda vez que hasta la fecha no le hayan encontrado solución a su problemática, todo esto, en plena pandemia de COVID-19, cuando una de las principales recomendaciones de las autoridades sanitarias nacionales e internacionales para evitar la propagación de la enfermedad es el lavado frecuente de las manos con agua y jabón.
“No es posible que en este sector nadie se ha preocupado por escucharnos, no es posible que nuestros niños y nuestros ancianos tengan que ir caminando todos los días hasta donde llega la pipa para buscar agua”, externa otro habitante que ha vivido toda su vida en la comunidad de la Capilla y que a su juicio, es injusto que miles de personas tengan que vivir sin agua.
La falla de los servicios es generalizada y los vecinos solicitan atención en cuanto al servicio eléctrico, falta de gas, alumbrado público y las malas condiciones de las calles.