Con el propósito de conocer la opinión de académicos, especialistas y asociaciones sobre la iniciativa de Ley para la Protección Animal del Estado de Guanajuato que tiene como finalidad prohibir la realización de corridas de toros en la entidad, la Comisión de Medio Ambiente convocó a una mesa de diálogo para enriquecer los trabajos legislativos.
En su intervención, Raúl Pérez Johnston, Pérez Johnston Abogados S. C., manifestó que en el tema de maltrato animal no se podía tratar a todos de la misma manera y se tenían que graduar los niveles de protección que la ley establece. Habló sobre la importancia de revisar la historia de la función de los animales, en su caso, del toro de lidia, y apuntó que no se podían prohibir las corridas, sino que tenían que regularse.
Por su parte, Salvador F. Arias Ruelas, de la Facultad de Derecho de la UNAM, señaló que el análisis iba más allá de toros sí o toros no; detalló la diferencia entre la dignidad humana y la animal; explicó la consideración de los animales no humanos desde el punto de vista ético; y el trato diferenciado que se le debe dar a las distintas especies.
Agregó que los animales no son titulares de derechos, pero pueden ser sujetos a un reconocimiento de su bienestar; que la tauromaquia cumplía con todas las características de patrimonio cultural; y que una prohibición de ésta tendría un efecto en las personas que se dedica a ello y en el libre desarrollo de la personalidad.
En su oportunidad, Jorge A. Cárdenas Rivera, gerente general de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, se refirió a las condiciones en las que se crían los toros de lidia y dijo que era una raza única y que si se acabara con ella no se tendrá el mismo genoma.
Francisco Cordero Martínez Vertiz, empresario ganadero y delegado de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia en Guanajuato, realizó una exposición donde puntualizó las características que hacen al toro de lidia un animal único; la vocación de Guanajuato en la crianza de este ganado, sobre todo en el norte de la entidad; que vive libre de dolor y crueldad; que los machos que mueren en el ruedo representaban solo el 6.7% del censo de ganaderías de lidia; que los toros de lidia de la entidad se usan en todo el país; y que acabar con esto sería ir en contra de la economía y de un estilo de vida de la que se benefician muchas personas y familias.
El matador de toros y director general de Tauromaquia Mexicana, José Saborit Santa, indicó que prohibir una actividad popular era atentar contra los derechos de un grupo de mexicanos; que era mentira que eliminar las corridas era parte de un proceso civilizatorio; que criaban y respetaban la naturaleza del toro de lidia, no la humanizaban ni la querían cambiar; y que la tauromaquia era un ejercicio de libertad.
Finalmente, Manuel Gameros Hidalgo Monroy, ganadero y empresario del ramo turístico, mencionó que la fiesta brava generaba importante derrama económica; que las corridas y la fiesta taurina eran tradición y cultura; que se tendría que contemplar cómo se compensaría el ingreso que se produce y recalcó que cada persona tiene la libertad de elegir cómo divertirse.
En la reunión estuvieron presentes las diputadas Martha Lourdes Ortega Roque e Irma Leticia González Sánchez; así como los diputados José Alfonso Borja Pimentel y César Larrondo Díaz.
Participaron Raúl Pérez Johnston, Pérez Johnston Abogados S. C.; Salvador F. Arias Ruelas, de la Facultad de Derecho de la UNAM; Jorge A. Cárdenas Rivera, gerente general de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia; Francisco Cordero Martínez Vertiz, empresario ganadero y delegado de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia en Guanajuato; José Saborit Santa, matador de toros y director general de Tauromaquia Mexicana; y Manuel Gameros Hidalgo Monroy, ganadero y empresario del ramo turístico.
