La realidad que viven muchas personas en situación de calle, puede ir más allá de lo que cualquiera pensaría, el director de Orientación Familiar del DIF Salamanca, Mario Camacho López, nos habló respecto de este tema, pues señaló que muchas veces, niños provenientes de estados como Chiapas o Oaxaca, suelen ser alquilados, en ocasiones con cierta remuneración a sus padres, pero en otras no existe tal y básicamente se obliga al menor a trabajar en beneficio de un tercero.
Y es que de acuerdo con diversos estudios enfocados a la medición de tales eventos, un niño podría otorgar en promedio una “ganancia” de 800 pesos diarios.
Estos números hacen comprender el porqué muchas veces rechazan la oferta laboral que alguien podría ofrecerles, pues sin dudas representa un gran negocio, en donde el factor determinante es el dar, tal vez por compasión, una moneda, lo que transforma en poderosa la idea de continuar haciendo esta actividad y peor aún, buscar otros escenarios donde la adquisición se eleve, sin contemplar que se pone en riesgo al infante.
Camacho López enfatizó en que dar una moneda, genera rentabilidad a quien pudiera haber sustraído al menor, por ello es tan importante dejar de dotar de tal herramienta pues esta rentabilidad hace que el sistema se perpetúe, trayendo cada vez más y más niños.
El DIF se involucra de tal forma que lo que ofrece es ayuda al poder acercarse a este sector de la población, poco a poco ha ganado terreno pues las experiencias de aquellos que se permiten ayudar, fungen de recomendación para esta institución.
El director también puntualizó en que la mejor manera de brindar ayuda sin que la integridad de los menores se vea afectada, es ofrecer una fuente de trabajo, invitó a la sociedad a acercarse al DIF a fin de encontrar la mejor estrategia en este sentido.
Otra de las formas de apoyar que sugiere Mario, es la de hacerlo en especie, toda vez que esta opción no es vista como un negocio, pero sí puede menguar el hambre y la sed que se padezca en el momento.
La trata de personas básicamente es un reclutamiento, transferencia o recepción de personas que mediante amenazas e incluso la fuerza física, secuestro o engaños explotan a la víctima, ya sea sexual, laboralmente o bajo otras modalidades.
Una lamentable realidad, que muchas veces pasa en frente de nuestros ojos, por ello es tan necesario la denuncia de este tipo de delitos, incluso cuando se sospeche de ella para que la autoridad haga lo propio, podríamos estar rescatando a algún niño o mujer, principales afectados de esta práctica.