Por: Manuel De la Torre Rivera *
Reiteramos, la participación ciudadana principalmente de los jóvenes siempre será necesaria, inclusive imprescindible, pero ésta debe ser debidamente informada, atendiendo su educación y cultura ambiental mediante un sistema democrático participativo que evite su manipulación.
Citaremos el caso del exitoso proyecto estratégico para toda la comunidad salmantina denominado Rescate de la Cuenca Lerma –Chapala, en el que se trabajó durante los años 2017-2019, impulsado por diez organizaciones civiles de la comunidad salmantina, integrado principalmente por gentes de la tercera edad, pero que después decayó a causa de la pandemia y de la avanzada edad de sus miembros, sin que haya relevo visible de gente joven que retome el proyecto (Ver artículos Biósfera titulados: “La recuperación del acuífero y las autoridades municipales salmantinas” [1] y “Rescate y Defensa de la Cuenca del Río Lerma – Chapala – Río Santiago” [2]).
De no encontrarle forma de dar continuidad al proyecto descrito brevemente, estaríamos enfrentando la pérdida del trabajo de un centenar de salmantinos armados de las mejores intenciones de servir a su generación y a las generaciones futuras de salmantinos, es por ello que, por este medio queremos hacer un llamado a las conciencias de los jóvenes de nuestro municipio que son muchos, si bien sabemos que se lucha contra la filosofía individualista dominante; bastaría con que se alcance a formar un primer grupo de tres jóvenes entusiastas que se pongan de acuerdo para estudiar los 15 artículos de Biósfera que anteriormente se han publicado sobre este tema en El Salmantino, se habrá dado el primer paso.
Es importante señalar que, en la mayoría de los grupos de jóvenes dedicados a activar la conciencia de la sociedad civil, sean estos grupos de teatro, pantomima, títeres, ballet, baile, danza, exposición de pinturas, tendederos, marchas y bloqueos de calles, con actividades que en general no cuentan con la participación popular, excepto en los mejores casos con su asistencia muchas veces acrítica, terminan cansándose y pronto se decepcionan de los pobres resultados de su actividad. Hay que cambiar esas prácticas viciadas y desgastantes por otras que tengan como objetivo estratégico formar el sujeto social, que sean un derroche de creatividad.
Esto implica que la comunidad se comprometa con el evento programado y que sus miembros, el sujeto social, avancen en el conocimiento de sí mismos y de su comunidad, para saber cuáles son sus principales necesidades y elaboren colectivamente un primer boceto de que hacer para vencer esa situación.
Con ese diagnóstico inicial elaborado por la propia comunidad en donde quedan establecidas sus principales necesidades, económicas, organizativas, sanitarias, sociales, políticas, ambientales, educativas, etc., se convierte en el material básico puesto en manos de los jóvenes para diseñar las estrategias de auxilio y solidaridad con las comunidades, para intentar resolver sus necesidades más sentidas (aquellas que más les preocupan y que afectan a un mayor sector de la comunidad).
Para poder atender con eficiencia estas tareas, será necesario que los jóvenes también se preparen y se organicen para emprender actividades como las que a continuación se resumen brevemente:
Hoy, 30 millones de jóvenes mexicanos entre 15 y 30 años constituyen una poderosa fuerza de transformación social, que debe participar activamente en la construcción del país democrático en el que les gustaría vivir.
Salamanca, Gto. 11 de septiembre del 2022.
[1] Consulta en Línea: https://salmantino.mx/2019-biosfera-14/
[2] Consulta en Línea: https://salmantino.mx/2019-biosfera-30/
* Miembro del Patronato para el Monitoreo de la Calidad del Aire de Salamanca A.C., del Observatorio Ambiental Ciudadano Biósfera y del Frente Regional Ciudadano en Defensa de la Soberanía.
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