Después de haber cerrado por completo sus instalaciones durante la pandemia, el lago Xochipilli recién abrió sus puertas, pero de acuerdo con los comerciantes de la zona las ventas y visitas no han ido como esperaban.
Esta área recreativa del municipio de Celaya no ha recuperado en realidad su popularidad y los comerciantes que se encuentran en su interior extendieron su preocupación, ya que no tienen ventas en absoluto.
Otro de los puntos negativos es que las lanchas del lago no están en circulación, por lo que no es un sitio atractivo para la ciudadanía, otros permisionarios instalaban en la periferia algunos juegos inflables y debido a la inasistencia de los niños, el servicio se ofrece de manera escasa.
Lo mismo ha sucedido con los juegos mecánicos, pues los propietarios han decidido no instalarse con frecuencia debido a la cantidad de electricidad que se consume y deben pagarla así se suban los niños o no y a pesar de que venden comida, bebidas, nieves u otro tipo de botanas, las ventas no solventan estos gastos.
Así mismo aseguran que desde su punto de vista, la reparación del lago Xochipilli no se hizo de manera adecuada ya que han estado observando que de manera constante el nivel de agua disminuye, algo que no sucedía anteriormente, además de que algunos pedazos de la membrana que le pusieron para evitar filtraciones se han desprendido por completo.