Este viernes 22 de marzo se conmemoró el Viernes de Dolores por lo que en diversos hogares salmantinos se obsequió la tradicional Agua de Dolores, hecha a base de betabel, lechuga, naranja y plátano; la cual se ofrece con total calidez a cualquiera que solicita un baso de esta deliciosa bebida.
A decir de las personas que reciben a los visitantes, desde poner el altar como la convivencia con la ciudadanía es algo que los llena de gozo y de bendiciones, asegurando que la Virgen se llena de disfrute al ver la convivencia de los unos con los otros.
La señora Juanita tiene al menos 28 años con esta tradición y según mencionó hacerlo le hace sentirse orgullosa de ser salmantina y sobre todo reforzar su fe.
Y es que esta tradición saca a relucir el lado más servicial y humilde de nuestra gente, que con los brazos abiertos reciben a todos para darles agua o incluso, como es el caso de la familia Conejo, nieve de diferentes sabores.
Para la familia Jaramillo Torres es un día de celebración y agradecimiento a la Virgen y tal como expresó Vero se debe consumir esta bebida con mucha devoción y pidiendo siempre a la Virgen de los Dolores y agradeciendo; añadió que en su familia esta tradición va pasando generación tras generación para que esta celebración continúe por muchos años más.
Según la iglesia, esta bebida se ofrece con un significado de piedad religiosa; los altares son adornados con flores de alelí y nubes y en medio de ellas la imagen de la Virgen de los Dolores y el agua compuesta con los frutos de amor y del dolor de la Virgen, simbolizando así sus lágrimas.