La situación del Río Lerma sigue siendo alarmante debido a los serios problemas de contaminación que enfrenta. Las descargas industriales, los desechos de drenaje y la acumulación de basura a lo largo de su curso están envenenando sus aguas.
Este río, vital para la agricultura en Guanajuato, ha sido una fuente esencial de agua durante años. Sin embargo, en los últimos tiempos, la falta de cuidado y acción por parte de las autoridades ambientales ha llevado a niveles críticos de contaminación. La negligencia en la gestión de desechos ha agravado la situación.
La contaminación del Río Lerma no solo daña el ecosistema, sino que también pone en riesgo la salud humana y la seguridad alimentaria. Los campos guanajuatenses, que dependen de estas aguas para el riego, están expuestos a sustancias tóxicas. Es impactante que las aguas del Lerma lleguen a teñirse de negro debido a la alta concentración de contaminantes y que emanen olores fuertes a hidrocarburos.
El río, que nace en la zona de Toluca y desemboca en las costas del Pacífico, se utiliza en diversas actividades, como la generación de electricidad y el riego agrícola, particularmente en Guanajuato. La sociedad guanajuatense lamenta profundamente que el Río Lerma continúe siendo uno de los cauces más contaminados del país. La urgente intervención de las autoridades es indispensable para revertir esta grave situación y proteger tanto el medio ambiente como la salud de la población.