- Dos mujeres víctimas de violencia doméstica, revelaron el “infierno” que viven en su propio hogar.
- Entre lagunas legales y un sistema de justicia insensible, mujeres violentadas enfrentan el miedo de morir a manos de quien fue el amor de su vida.
- En uno caso, la violencia de uno de los agresores, ha trascendido a la familia atacándolos a mano armada.
Más doloroso que los golpes que el “amor” de su vida les propinaba, mujeres víctimas de violencia doméstica, revelaron el “infierno” que viven en su propio hogar, cuál cámara de ejecución que se extiende al resto de su familia, cada día enfrentan el terror de darse cuenta que están solas y de afrontar la desesperanza una Procuración de Justicia no llega y de un Sistema inoperante que ofrece más ventajas al agresor.
El testimonio de dos mujeres salmantinas que desde una fría y solitaria sala de la Procuraduría Auxiliar de Justicia, son invadidas por una desesperanza de una realidad muy diferente a la que se anuncia en discursos y programas que simplemente para ellas, son letra muerta, sin respuesta y peor aún sin la efectividad que tanto se pregona.
Mientras transcurren no minutos, sino en algunas veces hasta horas para ser atendidas, muestran en su rostro la desesperanza, luego de que los moretones por golpes en la cara que dejaron de recibir, no así en el resto de su cuerpo, “saben dónde golpear para que no se note, o que nos dé pena mostrar al venir a denunciar”, señala Laura (nombre ficticio) de una vecina de Martha una de las mujeres golpeadas.
La vecina quien dijo haber solicitado la presencia de la prensa para que se diera cuenta del trato que estaba recibiendo su conocida a quien acompañó a presentar al Ministerio Público la denuncia por el intento de homicidio que estuvo apunto de sufrir “Martha”, “y que de no haber sido por nosotros los vecinos, la hubiera ahorcado. Su marido es un adicto a las drogas que no trabaja y depende de “Martha”, pero lo aberrante es que cuando se droga la golpea hasta casi medio matarla”.
Explicó mientras su vecina después de haber esperado una hora, de casi rogar al personal de la Procuraduría Auxiliar que le recibiera la denuncia, “pero el colmo es la exigencia con la que el personal le está imponiendo que como esposa, tiene la obligación de atender a su agresor, que lo mantenga en la casa que renta y que ella paga, que lo atienda, le dé de comer aunque no trabaje, al fin que le tramitaron una orden de restricción, ¿Pero en su propia casa? ¿De cuántos metros estamos hablando de que no se le puede acercar, sin son unas casitas”, señaló.
“El problema es que sí agarran al agresor, cuando uno lo denuncia por golpes a esta mujer, como en esta ocasión pasó, que estaba totalmente drogado, pero el problema es que solo lo pueden detener máximo 36 horas y lo dejan salir. Y como no tiene a dónde ir, pues regresa a su casa, con el mismo riesgo de agredirla físicamente, ¡con el riesgo de que la pueda matar en cualquier momento!, recalcó..
“¿A qué están orillando a ésta pobre mujer?, siguió cuestionando en tanto señalaba a hacia el interior de las oficinas, donde irónicamente unas calaveras adornaban la sala y en cuyo interior finalmente era atendida su vecina, aclarando que apenas se conocían, pero que al ver su situación se había solidarizado acompañándola en esta penosa situación, el problema dijo “es que como los vecinos ven que ella sigue ahí con él, ya se molestaron y le advirtieron que para otra ocasión que vean la está golpeando y amenazando, ya no la van a ayudar”, y no es justo que la misma autoridad la esté exponiendo ¿Qué tienen que esperar? ¿A que la mate?.
¿En dónde están las supuestas leyes, programas y la enorme inversión que se dice han hecho los gobiernos para supuestamente proteger a las mujeres de sus agresores?”, cuestionó molesta la mujer quien señaló que con este actuar pareciera que el personal de la Procuraduría de Justicia no quiere trabajar o se ha deshumanizado “y luego le echan la culpa a la mujer, diciendo que le otorga el perdón”, señaló al tiempo que más por el riesgo de que la pareja de su vecina tome represalias con su familia, pidió se reservara su identidad.
AGRESIÓN QUE TRASCIENDE A TODA LA FAMILIA
Justo en la sala de espera de la Procuraduría Auxiliar, se encontraba una señora quien dijo ser madre de “María” (nombre ficticio), quien identificada con la misma pena que esta pasando no solo su hija, sino que la agresión ya alcanzó y tiene en riesgo a toda su familia, mientras esperaba a “María” quien acudió para recibir terapia psicológica “pero de qué sirve, si uno está con el Jesús en la boca, si su marido, no se conformó con que nos la trajéramos de dónde la tenía y a fuerzas quiere que se regrese con ella”
“El problema es que mi hija está viviendo mucha violencia de su marido, y nosotros toda la familia, mis padres que están en una comunidad. Es muy agresivo y violento. Llegó a mi casa haciendo disparos sobre la camioneta de mi esposo. Hace 22 días también agredió a balazos a su tío de ella”, mientras que las autoridades no hacen nada, mencionando la desesperada madre que legalmente han hecho todo, pero los abogados que tiene lo defienden “y queda libre, ahorita nos dicen que si no hay cargos después de 36 horas va a quedar libre, pero se hacen las denuncias y declaraciones” y lo absuelven.
“Estamos totalmente rebasados, ya no hallamos qué hacer del miedo, nos tiene aterrorizados, (porque) viene con armas a tocar la puerta y viene violentando, amenaza por teléfono y ya estamos viviendo una psicosis toda la familia”, sin que la autoridad haya hecho algo a pesar de que se ha atentado contra su vida con toda alevosía y ventaja, ya que este hombre de nombre Alberto exige a toda costa que “María” su esposa regrese con él.
En ambos casos las víctimas de agresión, dijeron sentirse desesperadas, solas en medio de una enorme estructura judicial y legal, pero que al final quedan solas y expuestas a seguir con la amenaza que en su martirio pareciera las arrastra, no solo a ellas, sino también a sus hijos y a toda la familia, para quedar en las manos y expuestas a su agresor.
