La alergia estacional (también llamada rinitis alérgica, fiebre del heno o polinosis) es más que un resfriado: afecta la calidad de vida de millones de personas en el mundo.
Se manifiesta sobre todo con estornudos y moqueo, pero puede producir además dolor de cabeza, tos, irritación de ojos y garganta, fatiga, erupciones cutáneas y, si no se trata, incluso accesos de asma.
Aunque suele empezar en la infancia, se puede contraer a cualquier edad. Los especialistas advierten que el cambio climático podría incrementar la concentración de polen en el aire en los próximos años, con el consiguiente aumento de las molestias en las personas alérgicas.
He aquí algunas estrategias para lidiar con el problema:
Consulta la concentración de polen en tu localidad y planea tus actividades en consecuencia
En general, el mejor momento para salir es poco después de que ha llovido, porque la lluvia arrastra al suelo las partículas suspendidas en el aire. Si tienes que trabajar en el jardín, ponte una mascarilla.
Que tu casa sea tu refugio
Mantén cerradas las ventanas todo el tiempo que sea posible. La temporada de alergias varía según la región: en zonas de clima templado suele ser en la primavera si la alergia es a pólenes de árboles; de mayo a julio si es a pólenes de gramíneas, y de finales del verano a principios del otoño si es a polen de ambrosía o artemisa.
Al volver a casa cámbiate de ropa y date una ducha para quitarte el polen de la piel y el cabello.
Los filtros de alta eficiencia de los purificadores de aire atrapan la mayoría de las partículas suspendidas y, con ellas, hasta el alergeno más escurridizo.
Toma un antihistamínico de venta libre
Puedes tomarlo incluso antes de sentir molestias los días de alta concentración de polen. Los corticosteroides, fármacos que deben ser recetados por un médico, son todavía más eficaces.
Inmunoterapia con alergenos (IA)
Son inyecciones, tabletas o gotas que te exponen gradualmente al alergeno que te enferma. La IA exige consultas médicas periódicas durante meses o incluso años, pero “sus beneficios pueden durar años una vez terminado el tratamiento”, dice el doctor Oliver Pfaar, presidente del grupo de interés en inmunoterapia de la Academia Europea de Alergias e Inmunología Clínica.
La IA también ayuda a prevenir alergias nuevas o más graves, añade Pfaar, porque ataca la causa primaria de los síntomas: un sistema inmunitario que reacciona a partículas inofensivas como si fueran peligrosas.
¿Sufres de este padecimiento por temporadas o es seguido?