Corea del Norte afirmó ayer que sus disparos de misiles balísticos son un ejercicio con vistas a golpear las bases de Estados Unidos en Japón, en otro desafío al presidente Donald Trump y la comunidad internacional.
En tanto, Ju Yong Choi, diplomático norcoreano, dijo en la Conferencia de Desarme, auspiciada por Naciones Unidas en Ginebra, que esos ejercicios anuales son “una causa principal en una escalada de tensión que podría convertirse en una guerra real” en la dividida península coreana.
El ejercicio militar conjunto en curso se lleva a cabo con una movilización masiva de tropas sin precedentes en cuanto a su magnitud y varios tipos de fuerzas estratégicas estadunidenses, incluyendo portaaviones nucleares, bombarderos estratégicos nucleares y cazas ‘invisibles’”, dijo Ju.
Además detalló que esas acciones pondrán en peligro la paz y la estabilidad en la región y llevarán la situación en la península coreana al borde de una guerra nuclear.
Tres de los misiles balísticos disparados el lunes por Corea del Norte cayeron peligrosamente cerca de Japón, en su zona económica exclusiva (ZEE).
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó el lunes el “compromiso inviolable de su país de estar junto a Japón y Corea del Sur de cara a las serias amenazas planteadas por Corea del Norte”, de acuerdo con un comunicado de la Casa Blanca.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el lanzamiento de misiles. “Acciones como ésas violan las resoluciones del Consejo de Seguridad y minan gravemente la paz y la estabilidad regional”, dijo.
El Consejo de Seguridad se reúne hoy, a solicitud de Tokio y Seúl, para examinar la situación.
Las resoluciones de la ONU prohíben a Corea del Norte el uso de cualquier tipo de misil balístico.
Con información de Excelsior