Mientras dormimos, nuestro cerebro sufre una serie de efectos que van mucho más allá de proporcionarnos descanso y bienestar, pues la última etapa del sueño está ligada directamente con nuestra capacidad de retención de recuerdos para alimentar nuestra memoria. El sueño se divide en cinco etapas principales que durante el tiempo que descansamos se rotan cíclicamente:
*La primera fase consiste en un sueño ligero del cual podemos despertar fácilmente, es en este momento cuando los músculos presentan leves contracciones musculares y un suave movimiento de ojos.
*En la segunda etapa, los ojos se detienen y las ondas cerebrales se vuelven más lentas.
*En la tercera y cuarta etapa, las señales del cerebro se vuelven sumamente lentas, en ellas consideramos que una persona está en sueño profundo, pues en ellas no existe movimiento ocular ni la actividad muscular.
*La última etapa es aquella conocida como el periodo REM (por sus siglas en inglés: Rapid Eye Movement), fase en la que la respiración se acelera, se vuelve irregular, los ojos se agitan rápidamente y los músculos se paralizan temporalmente. Es esta última faceta en la que comenzamos a soñar de forma consciente, es el momento en el que la actividad cerebral genera creatividad durante el sueño.
Según investigaciones de la Universidad japonesa de Tsukuba, esta fase está íntimamente relacionada con el almacenamiento de recuerdos y memorias de lo que se vive mientras estamos despiertos, ésta es la razón por la cual los niños pequeños pasan casi 50% de su tiempo en sueño REM.
La importancia de aprehender estos recuerdos y soñar con ellos es que, por medio de estas ilusiones que experimentamos al dormir, somos capaces de conocer nuestros deseos y necesidades, así como temores y miedos que más tarde nos permitan hacer un análisis para conocernos mejor. Al respecto, Sigmund Freud consideraba la actividad de soñar como fundamental y terapéutica para cualquier persona, ya que por medio de ellos podemos resaltar emociones que hemos mantenido guardadas en la parte subconsciente del cerebro.
Encontrar procesos y posiciones que nos permitan alcanzar las 5 etapas del sueño de manera repetida en las horas de descanso nocturnas nos ayudará a generar mejores relaciones de nuestros recuerdos con la realidad y, por lo tanto, a mantener nuestras memorias y vivencias mucho más presentes en la vida diaria.