Malformaciones en pies y rodillas, así como daños irreversibles en la columna vertebral, que en muchas ocasiones acaban en el quirófano, son las consecuencias del uso diario de tacones altos, señalaron especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Destacaron que lucir unas piernas esbeltas y estéticas con el uso de tacones altos tiene consecuencias, como sufrir alguna lesión.
El 70 por ciento de las mujeres que utilizan este tipo de calzado padece envejecimiento prematuro de los discos de la columna, contractura en los músculos de las pantorrillas e intolerancia a caminar.
Se atienden entre 100 y 120 pacientes diarios por dolor de espalda, de los cuales 30 por ciento presentan lumbalgia inespecífica, que casi en su totalidad son por el uso de calzado inadecuado.
El afán de querer lucir piernas esbeltas y estéticas, así como añadirse centímetros de estatura, provoca problemas que en muchas ocasiones la persona acaba en el quirófano.
«Este tipo de calzado provoca que el pie sostenga el peso del cuerpo en un sólo punto, lo que crea desequilibrio y por consecuencia, una alteración biomecánica por el exceso de trabajo que hacen los músculos y huesos», explicó un médico ortopedista.
El especialista describió diversas consecuencias de utilizar este tipo de calzado, entre ellas problemas en la columna vertebral porque el cuerpo se inclina hacia delante, por lo que se hace un gran esfuerzo.
También origina dedos martillo o juanetes y callos, porque la altura del zapato obliga a los dedos a forzar su posición al presionar de manera continua a los músculos de la pantorrilla o Tendón de Aquiles, ya que los músculos se contraen y es difícil estirarlos y lograr que regresen a su estado natural.
El IMSS, dijo, realiza terapia para que los procesos dañinos a la columna por el calzado inadecuado se retarden, y recomendó disminuir o eliminar el uso de tacones con más de tres centímetros de altura.
Aconsejó la preferencia por zapatos con mayor soporte (tacones anchos) o que sean fisiológicos, es decir que permitan al pie adoptar su posición natural.
El uso de zapatos con tacón alto ocasiona trastornos sobre otros sistemas locomotores como acortamiento o contractura crónica sobre la pantorrilla, lo que ocasiona que en días de descanso o cuando la mujer requiera utilizar un calzado fisiológico sea intolerante y provoque dolor sobre el arco del pie.
Con el uso de calzado de tacón bajo el peso del cuerpo se distribuye de forma homogénea sobre el pie, pero si se sustituye por tacones, 75 por ciento del cuerpo descansa en los metatarsianos, aseguró el especialista.
Por ello, recomendó a las mujeres disminuir o eliminar el uso de taconesmayores a tres centímetros, preferir zapatos con un mayor soporte, es decir, con tacones anchos.
Asimismo, sugirió utilizar calzado fisiológico, el cual permite al pie adoptar su posición natural.