PARA AUMENTAR EL AMOR A TI MISMA (O) se hace necesario que te conozcas más y más a ti misma (o,) no se puede amar lo que no se conoce. Conforme te ames más a ti misma (o) amarás mejor al prójimo…a medida que te ames más y ames más a tu prójimo, amarás más a Dios.

Una práctica de lo más sencilla, pero difícil de ejecutar es el que te observes durante periodos prolongados de tiempo: como caminas, que reacciones emocionales tienes cuando alguien te rechaza o te halaga, que gestos haces…con algo tan simple te darás cuenta de muchos rasgos de tu personalidad de los cuales no eres consciente.

Vivimos en un mundo de imaginación: a veces transcurrimos en las calles con una imagen de nosotros mismos que no corresponden a la realidad, ni siquiera físicamente. Una práctica excelente es desnudarse y verse detenidamente en el espejo, de cuerpo entero…un amigo siguió esta sugerencia y acabó llorando…pero al final tuvo que aceptarse tal cual es.

En el proceso de aprender a amar primero viene el conocimiento y después la aceptación. Muchas parejas “truenan” porque nunca se conocieron realmente, idealizaron al otro, proyectando las imágenes de su mente egoísta. Luego, cuando van conociendo realmente la otredad, quieren cambiarla, desean imponer sus normas de conducta o –a veces- hasta sus ideales estéticos…eso no es amor.

Desde luego que, al ser cambiantes, el estudio de nosotros mismos puede durar toda la vida. Muchas personas se han dedicado a estudiar muchas cosas, se atiborran de conocimientos, toman cursos de esto y de aquello…pero nunca se les ocurre emprender el estudio más importante y lleno de aventura : el estudio de uno mismo. Y es que hay miedo, preferimos vivir en nuestra ilusión: “miénteme más que me hace tu maldad feliz…” Sin embargo, esas ilusiones se ven constantemente destruidas por la verdad y sufrimos.

Mientras más se conoce un ser humano a si mismo, más se mueve de una manera asertiva, menos sufre y menos hace sufrir a los demás.

No es fácil… se requiere de ayuda y existen muchos métodos: desde la meditación, ciertas clases de psicología, Gurdjieff…cada quien puede auxiliarse –sí hay voluntad- con lo que mejor le convenga y tenga a la mano. Lo fundamental es tener la decisión y dedicarle tiempo a ello. Sin embargo, muchos estamos como José José en su canción “Cinco Minutos.” Que dice algo así como:

“Quisiera tener cinco minutos para verme en el espejo….creo que sí tengo los cinco minutos…lo que me falta es valor.”