UN ESPÍRITU LE DIJO A OTRO:
“Apúrate que ya va a empezar la fiesta!
Las flores de Cempazúchitl nos llaman con su perfume y las veladoras hacen valla para que reconozcamos el camino. Ya nos tienen los panes adornados con huesitos azucarados, las deliciosas calaveras y dulces de muchos sabores. Además, habrá mole y para ti, que fuiste amante de mujeres y parranda, tendrán licores y pondrán música para que bailes a un ritmo, quizá no celestial, pero divertido.”
Y bajaron al mundo del antes Tenochtitlan, para ver a sus parientes, que ya les tenían dispuesto el banquete.
“Ahora hay menos viandas” –quejose el más joven.
“Discúlpalos: es que los más están pobres: siguen manipulados por una minoría que los jode; cada vez ganan menos y siguen en lo mismo…ya sabes que muchos vivos andan muertos, así como muchos muertos tenemos vida plena…no te fijes y éntrale a lo que hay.
Gocemos hoy, porque mañana quien sabe…éstos son tan pendejos que la situación puede ir de mal en peor…”
Y comieron y libaron muy a gusto. Además de cantar con mariachi en los panteones y, como ambos eran algo criticones, se burlaban de la concurrencia:
“Mira esa señora gorda y enjoyada que se pavonea a lado de la bella y vanidosa: alimento futuro de gusanos…y al prohombre que aparenta, al rico que mira con desdén…se sienten inmortales; hablan de la niña blanca pero no creen en ella, pues de hacerlo no se dejarían llevar por el egoísmo, la avaricia y la soberbia.”
Después fueron a visitar casas de amigos y familiares. En una de ellas encontraron a un moribundo que se aferraba a la vida con las uñas…
“Míralo –dijo uno de los difuntos- esa es la peor manera de iniciar el viaje, seguramente le falta fe y no ha vivido con alegría…¡benditos aquellos que han amado mucho y han aprendido lo suficiente: flotan como nubes y toman con cariño la mano de la mujer hermosa que ha de conducirlos a través del túnel, hacia la luz”
Y volvieron a la celebración, y danzaron sin descanso, con la música del pueblo y la música de las estrellas…
(DIA DE MUERTOS,
Iván J.P.)