A pesar de que las bebidas azucaradas tuvieron un incremento en su precio para reducir el consumo entre los mexicanos, la gente continuó consumiendo como de costumbre.

«Aquí el problema es que la gente ya tiene la costumbre de comprar, porque se han convertido en parte de una forma de vida, (…) que los cigarros, que el refresco, que los jugos, entonces así cueste 5 pesos más, lo van a comprar, sí, desgraciadamente somos consumistas», señaló Adrián Díaz Rojas dueño de minisuper. 

 Al inicio del 2015 la industria refresquera señaló que los consumidores habían reducido las compras de bebidas endulzadas no obstante, conforme pasó el tiempo la gente optó por seguir comprando y olvidó el nuevo impuesto; lo que significa que no funcionó la estrategia y no causó gran efecto la intención de  subir impuestos y bajar las calorías consumidas.

Está información fue emitida por el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico)  y la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) quienes tuvieron como fuente un borrador previo de un estudio elaborado por el ITAM y por cierto según el ANPRAC, no ha sido publicado.

A través de un comunicado, la industria refresquera señaló; «Esto es más evidente en 2015, año en el que el consumo interno en México vivió una recuperación sostenida. De enero a noviembre de 2015, se recaudaron 19 mil 421 millones de pesos por litros vendidos, 13% más en comparación con el mismo periodo del año anterior de acuerdo con cifras de SHCP».

Con datos del Periódico Reforma