La noche de este 22 de diciembre de 2018 cientos de personas observaron el luminoso meteoro que exploto sin causar daños.
Un bólido o meteorito, de intenso color verde, atraveso la noche del 22 de diciembre todo España en dirección sureste, desde Asturias hasta Tarragona.
El fenómeno pudo verse con claridad en la Comarca de Pamplona, donde, además, muchas personas percibieron una explosión y un incremento súbito del brillo del bólido, lo que podría indicar que una parte del meteorito se desgajó del mismo y cayó al suelo.
La presencia de este bolido coincide con la lluvia de Geminides, pronosticada para este mes. Asi como justo horas despues del solsticio de invierno 2018. Lo que causo inmediatas reacciones, comentarios e imagenes en redes sociales.
El avistamiento se registro a las 22,15 horas de ayer, el bólido pudo verse en diferentes puntos de Asturias, Vizcaya, Álava, Navarra, Zaragoza, Lérida y Tarragona, según la información aportada por la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos al Planetario de Pamplona.
Javier Armentia, director del planetario de Pamplona, ha lanzado un mensaje explicando que un bólido es un fragmento sólido, que va de unos pocos centímetros a varios metros de diámetro, que entra en la atmósfera a gran velocidad y se quema por la fricción con el aire, lo que genera un destello y una traza que se ve desde la superficie de la Tierra. Aunque en muchas ocasiones parezca que el bólido pasa muy cerca del suelo, en realidad cruza el cielo a una altura de 70 a 100 kilómetros, a una velocidad de 20 kilómetros por segundo o más.
El director del Planetario ha apuntado que no es raro el avistamiento de meteoritos y ha recordado que cada día cae a la Tierra media tonelada de material de este tipo.
Armentia comento que algunas personas se han organizado ya para buscar fragmentos del bólido en la Zona Media de Navarra. Aunque subrayo es difícil encontrar fragmentos, es muy importante para los científicos estudiar los restos de meteoritos al tratarse de material procedente del espacio.
Al final, éste ha sido un fenómeno que no ha pasado de ser una curiosa y bonita experiencia que tendrá continuidad para algunos estas vacaciones.
Afortunadamente, no ha tenido nada que ver con aquel otro meteorito de 2013 que dejó 1.000 heridos en Rusia, al explotar cerca de los montes Ural.