El consumo excesivo de alcohol entre niños y adolescentes de secundaria y preparatoria prácticamente se triplicó en los últimos 5 años, esto con las tendencias de consumo de alcohol entre estudiantes.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Adicciones (ENA), los mexicanos no beben con frecuencia, lo preocupante es que cuando lo hacen, consumen grandes cantidades de alcohol etílico, casi 27 millones beben con ese patrón.
En los más jóvenes, el consumo excesivo que se traduce en beber más de cinco copas por reunión, por fiesta o por ocasión pasó de 5.3 por ciento a 13.3 para el caso de las mujeres, en el caso de los hombres aumentó de 12.4 por ciento a 15.7 por ciento.
En Salamanca, esa situación se agrava, ya que el consumo de bebidas alcohólicas entre niñas de secundaria está en crecimiento y es urgente disminuir ese fenómeno.
Cifras de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) señalan que el índice de aumento es mayor entre los jóvenes de 12 y 17 años, pero “ahora son las chicas quienes toman a la par de los varones y el daño que provoca el alcohol es mayor que en el hombre”.
En nuestro país, se estima que más de cuatro millones de personas son alcohólicas, de las cuales 3 millones 500 mil son hombres y cerca de 700 mil son mujeres, quienes ya han tenido problemas conyugales, familiares y laborales por el consumo abusivo del alcohol.
9 de cada 10 jóvenes toman bebidas embriagantes cuando salen de fiesta, de ellos, la mitad con el consentimiento de sus padres.
Estos datos son alarmantes porque cada vez empiezan a beber a edades más tempranas, ahora a los 13 años ya son consumidores asiduos.
Además de que hoy en día consiguen alcohol sin problemas, incluso siendo menores de edad a más del 70 por ciento no les piden ni siquiera identificación oficial, para comprar o conseguir bebidas alcohólicas, a pesar de que la actual legislación sólo lo permite si han cumplido la mayoría de edad.
Al respecto, la psicóloga María Teresa Becerra Espinoza, directora del Centro de Integración Juvenil de Salamanca, indicó que el problema radica muchas veces en la educación que les dan sus padres y señaló que es un problema que actualmente de atiende en el Centro de Integración, siempre buscando que los jóvenes salgan de esta dificultad.
La psicóloga también comentó que el problema no es beber si no beber en exceso y eso se les debe enseñar desde casa.
En tiendas de conveniencia y supermercados pueden comprar alcohol los menores de edad y los papás se han vuelto muy permisivos, dejan que los niños de 16 años tomen y afuera de las escuelas hay papelerías y tienditas que venden bebidas alcohólicas.
